El Supremo tumba los dos incidentes de nulidad contra Ence
El Alto Tribunal confirma su aval a la prórroga de la planta de Pontevedra hasta 2073 y abre el camino para litigar ante el Constitucional.
El Tribunal Supremo ha desestimado los dos incidentes de nulidad presentados por la Abogacía del Estado y el Ayuntamiento de Pontevedra que pretendían dejar sin efecto la sentencia del Alto Tribunal que habilita a que la planta que la compañía opera en Pontevedra se mantenga operativa hasta 2073, según han informado a CincoDías fuentes jurídicas cercanas al proceso.
En una sentencia hecha pública el pasado 7 de febrero, el Supremo acordó que la planta que el grupo papelero Ence tiene en la ría pontevedresa de Lourizán no tendría que echar el cierre al avalar la prórroga de permanencia durante 60 años que el Gobierno de Mariano Rajoy otorgó en 2016. De este modo estimó los recursos que Ence y otras entidades interpusieron contra las sentencias de la Audiencia Nacional que, en junio de 2021, dejaron sin validez la autorización para la ocupación de una superficie de 373.524 metros cuadrados de suelo de dominio público y protegido por la Ley de Costas.
En un nuevo auto, con fecha del pasado 21 de junio, al que ha tenido acceso este diario, los magistrados del Supremo confirman su decisión anterior al entender que no se ha vulnerado ningún derecho fundamental protegido por la Constitución. Esto sería lo único que permitiría anular una resolución firme del Alto Tribunal. De este modo, con la desestimación de los dos incidentes de nulidad, el recorrido judicial está agotado y los demandantes (Greenpeace, el ayuntamiento de Pontevedra y la Asociación por la Defensa de la Ría de Pontevedra) tendrán que acudir al Tribunal Constitucional para perseverar en su objetivo de cerrar la planta de Ence.
Dos cuestiones controvertidas
En concreto, los incidentes de nulidad se plantearon en base a dos cuestiones controvertidas: una, sobre la posición procesal de la Abogacía del Estado, que presentó el allanamiento de la Administración General del Estado en este procedimiento, es decir desistió de seguir defendiendo la postura del anterior Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy por orden del Gobierno de Sánchez, al tiempo que se mantuvo como demandante; y otra, sobre la legalidad de la decisión del Supremo, conforme a lo establecido en Derecho comunitario.
El Supremo ha rechazado los dos argumentos. En primer lugar, ha explicado que el debate sobre la posición procesal de los servicios jurídicos del Estado ya está resuelto, pues fue objeto de discusión durante la deliberación del asunto antes del dictado de la sentencia. Sobre la segunda cuestión, los magistrados han recordado que la resolución judicial ya razonó que el régimen transitorio de la Ley de Costas está referido a concesiones que traían causa de derechos anteriores a su promulgación y por tanto no cabe la aplicación de la directiva comunitaria de servicios en el mercado interior.
Efectos de la sentencia
La sentencia del Supremo tuvo un efecto balsámico sobre las cuentas de la papelera, ya que activó de forma inmediata la reversión de las provisiones y de los deterioros de los activos registradas en 2021, lo que supuso una inyección extra de 169 millones en el beneficio en 2022. Asimismo, la acción de Ence se disparó un 25% en los días posteriores a la sentencia, aunque posteriormente perdió fuelle y hoy se situaba por debajo de los 3 euros que registró el día de la sentencia.
Ence mantendrá todas las inversiones previstas en su plan estratégico. Por un lado seguirá con el plan “Navia Excelente”, dotado con 105 millones de euros, que contempla una serie de actuaciones ligadas a la bioeconomía circular en la otra gran fábrica que tiene en Navia (Asturias), como la promoción de productos diferenciados, la apuesta por la celulosa Fluff (especial para productos higiénicos absorbentes), y un novedoso proyecto de descarbonización. En paralelo también intensificará el trabajo de Magnon Green Energy, su división de energías renovables, y ha puesto en marcha Ence Biogás, una filial de nueva construcción para desarrollar, construir y operar 20 plantas de biometano en distintos puntos de la geografía española. También ha iniciado los estudios y la ingeniería para la construcción de una bioplanta de reciclado y biomateriales en As Pontes. “Se trata de un proyecto plenamente alineado con la transición gusta, que se autoabastecerá de energía renovable y cuyo proceso productivo será plenamente sostenible, con un consumo mínimo de recursos naturales”.
La última apuesta de la compañía pasa por la creación de una tercera filial, que se denomina Magnon Servicios Energéticos y que vende soluciones integrales a partir de fuentes renovables basadas en la biomasa agroforestal a las empresas del sector de alimentos, de bebidas o de la industria química. La filial de Ence se encarga de diseñar, construir, operar y mantener plantas de producción de energía renovable a partir de biomasa y ya ha firmado los dos primeros contratos, de los que uno de ellos es con una gran cervecera.
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