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Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Carina Szpilka: una inversora profesional en busca de aventuras

Fundadora de K Fund y consejera de Meliá, Grifols y Abanca es, sobre todo, una emprendedora especialista en descubrir empresas singulares y relevantes

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Hay apellidos que imprimen carácter. Carina Szpilka Lázaro (Buenos Aires, 1968), consejera de Meliá Hotels International, Abanca y Grifols; emprendedora; gestora de capitales y hasta hace unos días presidenta de la Asociación Española de la Economía Digital, (550 empresas), lo sabe bien. Mantener el apellido del abuelo emigrado a Argentina, deletrearlo hasta perder la cuenta de las veces y sostenerlo como una forma de homenaje a sus mayores ha contribuido a modelar su carácter. ¿Qué carácter? Tenaz y un tanto transgresor.

Szpilka, graduada en el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (Icade) y MBA por el Instituto de Empresa, ha dejado la asociación ADigital tras seis años de trabajo por una sociedad abierta, competitiva y sostenible.

El viaje no ha ido mal. Entre otros hitos, ha contribuido a aprobar una ley de start ups (Ley de Fomento del Ecosistema de Empresas Emergentes) aprobada el pasado mes de diciembre que es pionera en Europa.

España era cabeza de ratón en la digitalización de la economía respecto a sus socios europeos y ahora juega en primera división. España ha escalado hasta la séptima posición en el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) de la UE, y el 22,6% del PIB ya es digital.”Fuimos el buque rompehielos de la digitalización” sostiene la empresaria, convencida de que es hora de avanzar y pasar a hablar de la constitución del país como un nodo (hub) tecnológico. Su máxima: “la geopolítica, ahora, es tecnología”.

Lo de abrir senderos por lo menos trillado se le da bien. Hace casi 30 años, allá por 1996, cuando Internet y los móviles eran todavía un lujo, apostó por los canales alternativos financieros. Salió de aventuras desde Argentaria, donde la había fichado el actual consejero delegado del Banco Sabadell, César González Bueno, para entrar en el equipo fundacional de ING Direct.

Dirigió el negocio de la entidad holandesa en España y Francia y participó de lleno en el cambio de las reglas del juego del negocio bancario. Palabras mayores porque en el negocio bancario en España, como en el antiguo testamento, ha habido siempre leyes escritas en piedra. Unas apócrifas y otras anónimas. El gran logro de aquella aventura, señala Szpilka, fue algo desconocido: por primera vez una empresa puso al cliente en el centro de sus decisiones.

La consejera -independiente- en empresas de sectores diversos como el turismo, la banca o la salud es también una inversora profesional. Fundó hace siete años el fondo de capital riesgo K Fund Venture Capital, junto a otros socios como Iñaki Arriola (Coches.com). Hoy, el fondo gestiona 500 millones de euros.

Se trata de un paso importante para quien comenzó a invertir en pequeños proyectos como un bussiness angel -de forma independiente, en empresas innovadoras y no cotizadas- . Su gran empeño consiste en descubrir empresas singulares y relevantes y promover que más mujeres creen sus propias startups.

Los caminos se hacen al andar. Szpilka, bonaerense de nacimiento tuvo que hacer camino. Sus padres emigraron a España desde Argentina a finales de los años 70 y se instalaron en Madrid cuando era apenas una niña.

Pero ha mantenido las raíces. A Szpilka le gusta el tango, el país austral y la numerosa familia -tíos, primos- que viven allí.

Esencias

Las esencias son importantes porque, junto a la experiencia, marcan y moldean el pensamiento. Sus padres -viven ambos, explica con satisfacción- se dedicaron a la medicina, en especialidades de psiquiatría y al psicoanálisis, algo muy argentino. Pero la hija no siguió el mismo camino. Prefirió el de la empresa y la inversión.

Todo suma. Con los años, Szpilka ha entendido que lo vivido y lo asimilado de la especialidad profesional de sus padres le ha aportado mucho en su propia carrera. Entre otras cosas, le ha servido para desarrollar la empatía, una ventaja a la hora de dirigir equipos y fijar un estilo propio de liderazgo. Lo de marcar diferencia, lo lleva por bandera, tanto en la actividad profesional como en la personal.

Por eso, el interiorismo es una de sus aficiones. Una forma de crear espacios en los que sentirse a gusto y leer novelas policíacas y de misterio, otra de sus aficiones junto con la música.

Le gusta el jazz, le gusta Norah Jones, pero también Andrés Calamaro -Argentina siempre cerca- y un deseo nunca cumplido pero nunca desaparecido: cantar en una banda, claro que para eso hay que saber cantar. Y Szpilka, reconoce, no canta bien.

La música -o fantasear con el canto- son formas de evadirse del trabajo duro. La buscadora de empresas-casada, tres hijas- asegura que invertir en pequeñas compañías innovadoras, acompañarlas en la aventura y, por supuesto, no perder dinero, no es algo fácil.

Búsqueda de la excelencia

La responsabilidad es grande y, aunque la facilidad para crear empresas hoy en día es mayor que en el pasado, la tarea de criba; de búsqueda de gente brillante con la ambición de transformar los sectores en los que trabaja, puede ser muy estresante.

Su gran remedio es el mar. Viento, olas, verano, Galicia y sus rías. Es su lugar en el mundo. Una tierra “mágica”, en sus palabras, en la que las acciones más simples como una zambullida “te dan la vida”. Szpilka, nacida en la tierra en la que todos los españoles son gallegos, se ha convertido en una española de raíces argentinas que ha elegido ser gallega. Probablemente no es una elección innovadora. Pero sin duda sí es una buena elección.


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