La morosidad bancaria sigue a la baja: se queda en el 3,51% en marzo, su mínimo desde 2008
El sector financiero vigila de cerca los impagos, que aún no afloran a pesar del fuerte repunte de los tipos de interés y el euríbor
El fantasma de la crisis de 2008, muy vivo aún en el recuerdo colectivo por los impagos y desahucios de vivienda, sigue sin aparecer. La amenaza es palpable desde hace ya casi un año, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó la subida de tipos de interés para luchar contra la inflación. Unas alzas que han sido muy abruptas, más que nunca, lo que pone en apuros a las familias vulnerables con deudas bancarias. Las entidades, en este contexto, realizan un seguimiento exhaustivo de la morosidad, aunque la tasa está sorprendiendo a todos: en marzo volvió a bajar, al 3,51%, su mínimo desde diciembre de 2008, según ha publicado este viernes el Banco de España.
Se trata de unos niveles históricamente bajos. Por ejemplo, en la parte final de la Gran Recesión llegó al 13,62% (diciembre de 2013). Se trata de una métrica relevante, especialmente porque la mora ha sido tradicionalmente uno de los mejores termómetros y sistemas de alerta sobre la llegada de las crisis económicas. Si la actividad se enfría, crecen los impagos. En cambio, a diferencia de lo ocurrido en ocasiones pasadas, la morosidad sigue a raya a pesar de la desaceleración de la economía.
Además, los expertos hacen referencia a otra clave para este nivel de impagos tan reducido: la fortaleza del mercado laboral. “Los hogares suelen asumir las cargas financieras mientras mantengan su puesto de trabajo. Incluso cuando los ingresos laborales se reducen, por ejemplo, como consecuencia de la inflación. La pérdida de empleo es lo que incrementa con fuerza la probabilidad de impago”, argumenta Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas. En otras palabras, la hipoteca es lo último que se deja de abonar y solo se desatienden los pagos cuando se pierde el puesto de trabajo y los ingresos caen de forma drástica.
Según los datos del Banco de España, la morosidad del sector financiero ha bajado en el último año en 0,73 puntos, desde el 4,24% de marzo de 2022. Por otro lado, en volumen de créditos dudosos, la cifra bajó hasta los 42.214 millones, mínimo desde julio de 2008, casi 9.300 millones menos que un año antes. Esto contrasta con la evolución alcista del euríbor a 12 meses, a lomos de las subidas de tipos, que se sitúa ya cerca del 4%.
Sobre el volumen de crédito concedido por la banca, el primer trimestre se cerró en 1,203 billones de euros, por debajo de los 1,219 billones de diciembre. Aunque si se compara con el mes anterior, en marzo crecieron los préstamos en 3.572 millones.
Por tipo de entidades, la morosidad de bancos, cajas de ahorros y cooperativas cerró el tercer mes del año en el 3,4% (por debajo del 3,46% de febrero). Por su parte, en los establecimientos financieros de crédito la tasa subió al 6,48% en marzo, superior al 6,04% anotado en febrero. Según los datos del Banco de España, las provisiones del total de entidades de crédito se redujeron a 30.513 millones de euros en marzo, con un descenso del 1,62% con respecto al mes anterior.
El supervisor incluye entre los dudosos aquellos créditos en los que se ha producido un impago del principal o intereses durante un periodo de más de 90 días, o cuando se considere improbable que el deudor cumpla íntegramente sus obligaciones, aunque aún no haya importes sin abonar. En las cifras citadas se incluye un cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), que desde enero de 2014 dejaron de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito. Sin esta modificación, la morosidad se habría situado en el 3,6%.
Escudo para hipotecados
Con todo, la evolución de los impagos está siendo más positiva de lo esperado. Pese a ello, el Gobierno se arremangó a finales del año pasado y negoció con las patronales bancarias una ampliación del Código de Buenas Prácticas para proteger a las familias vulnerables con hipotecas a tipo variable. El Ejecutivo calculó entonces que este escudo social podría llegar a hasta un millón de deudores, aunque el Banco de España ha reducido esa cifra a unos 200.000 hogares que sí se podrán beneficiar de forma efectiva, según recoge en su último Informe de Estabilidad Financiera.
Según las cifras publicadas por el supervisor este viernes, un 52% del total del crédito está a tipo variable. Es decir, es la parte que abonará más intereses en función del nivel del euríbor —índice al que se referencia la mayoría de las hipotecas variables—, por lo que los deudores con más estrecheces financieras y este tipo de préstamos podrán sufrir el golpe. Más si cabe con la inflación haciendo mella en su poder adquisitivo. De ahí que en plena campaña electoral se hayan sucedido diversas propuestas para contrarrestar este efecto, la última de Podemos.
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