El BCE sanciona a Goldman Sachs con 6,6 millones por informar erróneamente su riesgo de crédito
El Eurobanco asegura que hubo “deficiencias en los controles internos”
El Banco Central Europeo (BCE) ha impuesto una multa de 6,63 millones de euros a Goldman Sachs por no informar de forma correcta su riesgo de crédito, lo que provocó que las necesidades de capital también se calculasen erróneamente, según ha comunicado el Eurobanco este lunes. El organismo que preside Christine Lagarde dice que entre 2019 y 2021, durante ocho trimestres consecutivos, “el banco reportó activos ponderados por riesgo de crédito más bajos de lo que debería haberlo hecho”, asegura en su nota. Esta métrica es la base sobre la que se calculan las necesidades de capital de los bancos. El BCE considera dicho comportamiento como un incumplimiento grave.
El banco norteamericano clasificó de forma incorrecta las exposiciones corporativas y les aplicó una ponderación de riesgo más baja de la que marca la regulación bancaria en Europa. El supervisor, además, señala que hubo “deficiencias en los controles internos impidieron que el banco detectara este error de manera oportuna”. De esta forma, al dar cifras mal calculadas, el BCE no pudo tener una visión exacta de su perfil de riesgo.
Los activos ponderados por riesgo, conocidos en el sector como APR, son una medida de los riesgos que tiene un banco en sus libros. Esta métrica es sobre la que se calculan sus necesidades de capital, elemento fundamental para los supervisores. “Los índices de capital son indicadores clave de la solidez del capital de un banco y su capacidad para absorber pérdidas”, añade el Eurobanco, para justificar lo relevante que era el error.
A la hora de determinar el importe de la sanción, el BCE ha considerado la multa como grave, en la zona intermedia de las posibles sanciones (las opciones eran gravedad menor, moderadamente grave, grave, muy grave y extremadamente grave). Entre las multas anteriores del supervisor europeo está una al banco alemán Helaba (por 6,8 millones). Y antes de esta, otra a Abanca por no notificar un ciberataque en el plazo de dos horas por un importe de 3,15 millones de euros.
El incidente con Abanca se produjo en febrero de 2019 cuando, a pesar de conocer la obligación de informar del ataque cibernético, el banco no presentó el informe requerido hasta 46 horas después de la fecha límite prescrita. La entidad destacaba cuando se conoció la sanción, en diciembre del año pasado, que la multa solo se refería a los tiempos de la comunicación y no a la gestión del incidente. “No tiene que ver ni con la manera en que el banco gestionó el incidente, ni con sus sistemas de seguridad, ni con los efectos sobre los clientes (que no sufrieron pérdidas económicas ni de información)”, explicaron fuentes de la entidad.
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