Cómo emprender desde la consultoría en big data
La riojana Bosonit se ha hecho un hueco internacional a través de los servicios tecnológicos y la inteligencia artificial
Miguel Fernández Morales empezó su proyecto emprendedor cuando tenía un buen trabajo, pero quería algo más. Su objetivo era crear una empresa con proyección de crecimiento, teniendo claro que el autoempleo no era una opción. Estaba trabajando en el extranjero y quería volver a España y sacar adelante un proyecto empresarial: “ese era mi objetivo”. Bosonit nació desde cero y con los recursos personales de Miguel, sus ahorros y su experiencia en una consultoría en Londres, además de frecuentes viajes a la India y el resto de Europa.
Empezó su aventura como casi todos los emprendedores sensatos, sin gastar más de lo necesario, de prestado, en julio de 2015 en el Vivero de empresas de La Fombera, en Logroño. Un espacio que el Gobierno de La Rioja cede a emprendedores y en el que los proyectos tienen la posibilidad de avanzar.
Además de la ayuda del Vivero de empresas, Bosonit se creó en La Rioja porque Miguel es riojano militante. “Se hizo en La Rioja porque soy riojano y quería volver a casa. El proyecto que tenía en mente se podía desarrollar desde cualquier parte del mundo, y decidí que fuera en mi tierra. Era mi objetivo y mi ilusión”.
Bosonit es una consultoría de servicios tecnológicos avanzados que ayuda a las compañías e instituciones en su transformación y evolución digital. Algo que se puede hacer desde cualquier lugar, también desde La Rioja. Está especializada en el tratamiento de datos a través del big data y la inteligencia artificial (IA) y tiene empresas en su grupo con proyectos ya instalados en el extranjero, como es el caso de Elliot. Miguel siempre había pensado en el compromiso personal que tiene con su ciudad y región. Además, “queremos que, conocimiento e innovación se den la mano para avanzar, con el propósito de llevar la capacidad de La Rioja a nivel internacional y que la compañía atraiga talento y cree empleo de calidad para un equipo joven”.
A este respecto, ya están pensando en otros proyectos más grandes, también para La Rioja. Cuenta Miguel: “Al principio, estabamos solo dos personas en una oficina y, poco a poco, planteamos acciones para crecer. Fuimos logrando hitos hasta que, en 2019, llegamos a formar parte de NWorld, uno de los grupos independientes principales formado por capital 100% español”.
Ahora tienen una presencia global, ejecutan proyectos en 20 países a través de seis oficinas internacionales y 14 centros de subcontratación (Nearshore), con especial foco en Europa y América, donde trabajan más de 1.800 profesionales.
Al principio se encontraron con algunas de las dificultades que tienen todas las empresas; la principal es encontrar talento para formar el equipo.
Formación propia
“Lo solucionamos con el desarrollo interno de formación propia”. Otro de los retos fue la consolidación de clientes. Eran muchos viajes, trabajo sin descanso, dedicación y esfuerzo, “pero sirvió para llegar a dónde estamos ahora y es muy satisfactorio. Actualmente, podemos decir que trabajamos con organizaciones de referencia y tenemos clientes como Banco Santander, BBVA, Grünenthal, Mapfre, Telefónica, Sanitas, Inditex o Mercadona, entre otros”.
En 2017 consiguieron proyectos relevantes y ahí fue cuando pudieron confirmar que la compañía era viable. Pero no había que echarse a dormir, sino seguir trabajando duro.
Dos años después, Bosonit ya tenía las bases establecidas para seguir evolucionando y creciendo. “En ese momento, percibíamos cierta estabilidad basada en la facturación, los ingresos recurrentes y el personal formado y con altos niveles de especialización tecnológica. La organización tenía procedimientos bien establecidos, había cultura de empresa y los departamentos funcionaban con aéreas bien definidas y equilibradas”.
En ese momento la empresa pasó a una segunda fase con oficinas de ciudades como Madrid, Zaragoza, Bilbao, Jaén, Sevilla, Pamplona, Valencia, Málaga, Santiago de Compostela, México, Brasil y UK, además de Logroño.
Y llegó la pandemia. Por la naturaleza de su trabajo, basado en la descentralización, la empresa estaba preparada para trabajar de manera deslocalizada y teletrabajar con total tranquilidad, “es la esencia de nuestra empresa y pudimos adaptarnos, aunque, por supuesto, hubo que realizar un esfuerzo”. “Lo que haga falta con tal de seguir creando riqueza desde La Rioja”.
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