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El presidente de Portugal no acepta la dimisión de su ministro de Infraestructuras por la crisis de TAP

La aerolínea ha provocado ya tres salidas del Ejecutivo luso

Lisboa -
TAP Air Portugal Airlines
Airbus de TAP Portugal Airlines en Colomiers, cerca de Toulouse (Francia).Regis Duvignau (Reuters)

El primer ministro portugués, António Costa, no aceptó este martes la dimisión del titular de Infraestructuras, João Galamba, por la polémica relacionada con TAP y lo mantendrá en su Gabinete, tras una nueva crisis de Gobierno por la aerolínea de capital estatal.

“No acepto la dimisión del ministro”, dijo Costa en una declaración a periodistas, menos de una hora después de que Galamba anunciase en un comunicado que había presentado su renuncia.

La solicitud de dimisión de Galamba se produjo después de que un adjunto le acusara de ocultar información a la comisión parlamentaria que investiga la gestión de TAP, que el ministro niega pero que ha generado una enorme polémica en el país en los últimos días. “No tengo ningún indicio de que intentó ocultar” información, aseguró este martes Costa, que dijo que asumirá todas las responsabilidades si en el futuro se demuestra que la decisión de mantener a Galamba no es la acertada.

Este caso es un nuevo golpe sobre el Ejecutivo del socialista, que ha sufrido una docena de bajas en poco más de un año de mandato, tres de ellas debido a la polémica que TAP arrastra desde hace meses por el pago de una indemnización ilegal a una exadministradora y que también provocó el cese de la cúpula de la aerolínea.

Investigación

Una comisión parlamentaria investiga la gestión de la aerolínea, y desveló que hubo una reunión “secreta” entre el Partido Socialista (PS), que gobierna con mayoría absoluta, y la ex-CEO de TAP Christine Ourmières-Widener para preparar la comparecencia de esta ante el Parlamento. La reunión fue coordinada por un adjunto de Galamba que acusó al ministro de mentir a la comisión parlamentaria y ocultar que hubo registros por escrito de aquella reunión.

Al caso se sumó un giro rocambolesco: el adjunto fue despedido y después acudió al Ministerio para supuestamente robar un portátil “recurriendo a la violencia”, hecho que fue denunciado por el Ejecutivo ante la Policía Judicial y que acabó implicando también a los servicios de inteligencia.

Galamba negó las acusaciones y este martes recibió la confianza del primer ministro, que también pidió disculpas a los portugueses y asumió que el caso “afecta a la imagen del Gobierno”. El caso TAP ya había provocado la salida del anterior ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, uno de los pesos pesados del Ejecutivo y delfín de Costa en el partido.

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