Omron duplica sus líneas de producción para mitigar la falta de componentes
La empresa japonesa de robots quiere aumentar su capacidad en Holanda para reducir su dependencia de otras áreas
El gigante japonés de la electrónica Omron es sobre todo conocido por la fabricación de robots y todo tipo de equipamientos médicos y sanitarios. Sin embargo, su tecnología cada vez está más presente en otros bienes de consumo como son los teléfonos móviles, los coches o los electrodomésticos. Por ello, y tras la crisis de suministros registrada en 2022, uno de sus principales objetivos de cara a este ejercicio es conseguir una mayor capacidad de producción.
El zaragozano Fernando Colás, CEO de la unidad de negocio de automatización industrial de Omron en Europa, se muestra convencido, en una conversación con CincoDías, de que la crisis de la falta de semiconductores no está resuelta y de ahí que las empresas deban transformar sus procesos de fabricación. “En los últimos tiempos, hemos vivido hasta siete crisis de las que hemos ido saliendo, pero no por ello debemos dejar de evolucionar”, asegura. “La demanda de chips no deja de crecer porque estos dispositivos, cada vez más utilizados no pueden ser sustituidos por otros, y aunque existen proyectos de construcción de nuevas factorías de semiconductores, éstas verán la luz a largo plazo”, lamenta.
Con este escenario de fondo, Omron se ha propuesto conseguir aislar a sus procesos de producción de la inestabilidad de la cadena de suministro. Una de las soluciones que ya está aplicando es la duplicación de las líneas de fabricación en todo el mundo para que, cuando se detecte escasez de componentes en una región, se pueda seguir produciendo en otra. “Tenemos un plan para dar solidez a la cadena de suministro. Cerca del 20% de nuestro suministro nos llegaba de Holanda; ahora el objetivo es que alcancemos el 50%”, subraya. El otro gran reto para minimizar el impacto de la escasez de cualquier tipo de componentes “es rediseñar los equipos para poder montar a la vez más de un proveedor”. Colás defiende que esta multinacional, que emplea a más de 40.000 personas, siempre ha basado su negocio en dar respuesta a los retos a los que se ha tenido que enfrentar la sociedad. “En la actualidad, son tres grandes desafíos: el envejecimiento de la población, la preservación del medio ambiente y la evolución de la automatización industrial”, sostiene.
En los tres ámbitos recuerda que Omron está siendo pionera. En materia de sanidad, por los avances de sus productos médicos, una de las señas de identidad de la compañía. Además, resalta su creciente apuesta por la movilidad sostenible, área donde son de las compañías más importantes en la fabricación de baterías. Y en todo lo referente a los procesos de automatización, Fernando Colás advierte de que la industria se encuentra ante un momento clave. “La automatización comenzó con la fabricación de robots que sustituían a mano de obra. Ahora, estamos ante la denominada robótica colaborativa, que consiste en el trabajo conjunto de personas y máquinas. Las soluciones de automatización armonizadas que mejoran la productividad y reducen la huella de carbono marcarán el camino hacia el futuro”, pronostica.
En todos estos proyectos España juega un papel clave, ya que Omron tiene en Madrid la sede central de su empresa en la zona Iberia y presume del centro tecnológico con que cuentan en Barcelona, “buque insignia del área de innovación de Omron, donde recibimos a diario delegaciones de numerosos países interesados por la tecnología que aplicamos a nuestros procesos”.
Asimismo, frente a los anuncios de despidos de las grandes tecnológicas y empresas industriales, Omron espera cerrar su ejercicio fiscal (el próximo 31 de marzo) con una facturación de más de 670 millones de euros solo en Europa, y prevé ampliar plantilla a nivel global este año, “ya que los nuevos retos exigen nuevos perfiles”.
Encontrar, desarrollar y retener al mejor talento
Demografía. Omron admite que el reto del envejecimiento de la población coincide con otro factor eminentemente demográfico como es el comienzo de la jubilación de las cohortes más numerosas de población: la generación del baby boom. “Se nos van muchos expertos a quienes debemos suplir”, avisa.
Nuevos perfiles. El objetivo de la compañía para no descapitalizarse en materia de empleo es encontrar, desarrollar y retener a los mejores profesionales. De ahí que cada año se invierta más en formación, “ya que la tecnología exige nuevos perfiles con capacidades hasta ahora desconocidas”.
Disciplinas. Y frente a la hegemonía de las ingenierías, surgen otras disciplinas que se consideran cada vez más imprescindibles, como las habilidades sociales o lingüísticas.
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