Las autoridades financieras suizas ponen nuevamente la lupa en Credit Suisse
El banco perdió 1.410 millones de euros en el último trimestre de 2022, pero los reguladores analizan las afirmaciones públicas de sus principales ejecutivos
El regulador financiero suizo prepara una nueva investigación sobre el banco Credit Suisse y su actual presidente, Axel Lehmann, según afirma la agencia de noticias Reuters. Las autoridades helvéticas tienen su mirada puesta en dos declaraciones de Lehmann a medios especializados, donde el ejecutivo afirmaba que las fuertes salidas de fondos registradas en octubre ya “se habían aplanado completamente” y “revertido parcialmente”
La Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma) busca ahora establecer hasta qué punto Lehmann y otros representantes de Credit Suisse eran conscientes de que esto no era así, sino que sus clientes continuaban retirando fondos depositados en la entidad. La realidad chocaba así con la afirmación de Lehmann, quien afirmó en televisión que “las salidas básicamente se habían detenido”.
El regulador revisa hasta qué punto los ejecutivos del banco suizo estaban al tanto de la realidad, o si tenían la intención de engañar a los clientes. Las fuentes consultadas por Reuters precisan que Lehmann podría no haber sido informado correctamente antes de hacer estos comentarios.
A principios de octubre, una tormenta en las redes sociales desencadenada por un informe infundado sobre la salud financiera del banco llevó a los clientes adinerados a trasladar sus depósitos a otra entidad. El banco dijo entonces que seguía adelante con su reestructuración y que se mantenía cerca de sus clientes. Lehmann sintetizó en diciembre que “fue una tormenta en el sector minorista y parcialmente en el segmento de gestión patrimonial, en particular en Asia, donde tuvimos salidas realmente masivas durante dos o tres semanas”.
Resultados y problemas en el horizonte
El pasado 9 de mayo, Credit Suisse hizo públicas sus cuentas donde detalla que sus clientes retiraron 112.170 millones de euros del segundo mayor banco de Suiza en los últimos tres meses de 2022. Esto deja claro que cualquier “reversión” estaba lejos de ser verdad, como afirmaba Lehmann.
Pero estos no fueron los únicos números rojos del balance de la entidad. Credit Suisse anunció pérdidas por 7.400 millones de euros en 2022, lo que supone multiplicar por 4,5 veces los 1.670 millones que perdió un año antes, si bien en el último trimestre del año pasado frenó parcialmente la caída. Entre octubre y diciembre, el banco perdió 1.410 millones, tres veces menos que el trimestre anterior, en medio del clima de desconfianza que se generó entre los inversores en los últimos meses debido a su pobre desempeño, así como por los varios escándalos y litigios en los que ha estado envuelto que han provocado un agujero financiero.
Los flujos de salida comunicados por la institución el pasado 9 de febrero fueron incluso más altas que lo que esperaban los analistas y redondearon unos resultados decepcionantes para el mercado, que castigaron a los títulos de la entidad con un descenso del 15% el 9 de febrero, fecha de publicación de los resultados financieros.
En respuesta a una pregunta sobre la distribución de las retiradas de fondos en el periodo, el Consejero Delegado Ulrich Koerner dijo a los analistas ese día que más del 85% de las salidas en el último trimestre se produjeron entre octubre y noviembre, según una transcripción de la llamada.
El escrutinio de Finma se suma a los retos a los que se enfrenta Credit Suisse, que se ha visto sacudido por escándalos en los últimos años. La entidad busca ahora convertirse en un banco más pequeño, pero más centrado en los negocios más rentables. Y espera liberar capital con ventas, reestructuraciones y despidos, que pueden afectar al 10% de su plantilla en Europa.
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