Carlos Gallardo suma los poderes ejecutivos a la presidencia de Almirall

El laboratorio sube un 6,48% en Bolsa tras salir de pérdidas y ganar 4,3 millones de euros en 2022

Una trabajadora de la compañía farmacéutica Almirall

La tercera generación de Almirall toma los poderes ejecutivos de Almirall. Carlos Gallardo, presidente desde el año pasado y consejero delegado interino desde noviembre, se convierte también en el primer ejecutivo de la compañía, según decidió el pasado viernes el consejo de administración y comunicó este lunes la empresa a la CNMV.

Gallardo será ahora CEO y se suspende la búsqueda de un directivo externo a la familia, un sondeo que había comenzado en noviembre tras la salida precipitada de Gianfranco Nazzi, que ocupaba el cargo de consejero delegado desde un año y medio antes.

Al asumir el papel más institucional de presidente y el de ejecutivo como CEO, la compañía va a contracorriente de las normas de gobierno corporativo, que recomiendan separar esos dos roles. Por eso, la empresa va a crear un comité de gobernanza o supervisión en el que, además de Gallardo, formarán parte Enrique de Leyva (vicepresidente y consejero coordinador), y los consejeros Tom McKillop y Eva-Lotta Coulter.

Gallardo, de 50 años, es miembro de la tercera generación y sustituye al frente de la dirección a su padre, Jorge Gallardo, quien ha sido un referente del sector farmacéutico en las últimas décadas. La familia controla más del 59% del laboratorio cotizado, que salió del Ibex 35 el pasado año.

Este anuncio coincidió con la presentación de resultados del laboratorio catalán. La farmacéutica ganó 4,3 millones de euros en 2022 frente a las pérdidas de 40,9 millones sufridas en 2021, gracias a un aumento de las ventas, recoge EP. El resultado neto normalizado, que incluye partidas extraordinarias, fue de 33,5 millones, lo que supone un 58% menos que los 81,4 millones del año anterior. Las acciones se disparan un 7% en Bolsa a media sesión por los buenos resultados, sobre todo en Europa.

Los ingresos totales del grupo aumentaron un 5% el año pasado, hasta los 878,5 millones de euros, mientras que las ventas netas ‘core’ (excluyendo pagos de AstraZeneca y Covis por acuerdos de licencias) mejoraron un 6,6%, hasta los 863,2 millones de euros, impulsadas por su negocio europeo de dermatología. La deuda neta se reduja un 74,1% hasta 168,4 millones.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de la biofarmacéutica totalizó 198,3 millones de euros en 2022, lo que supone un descenso del 15,8% sobre 2021, que la compañía atribuye a la mayor inversión en I+D y el aumento de los gastos generales y de administración. Estos últimos avanzaron un 4,3% en 2022, hasta los 409,7 millones de euros, en línea con lo esperado, por el apoyo a los recientes lanzamientos de los productos Wynzora y Klisyri en Europa y el despliegue de Ilumetri en nuevos países. Por su parte, el gasto en I+D se elevó a 103,2 millones de euros y alcanzó un porcentaje sobre las ventas netas del 12%.

Con todo, Almirall ha destacado que en 2022 logró cumplir su objetivo de crecimiento tanto en ventas netas ‘core’ como en ebitda. Para 2023 se ha marcado como meta lograr un Ebitda de entre 165 y 180 millones de euros, y un aumento de las ventas ‘core’ “de un dígito bajo a medio”.

Almirall ha destacado que en 2022 consolidó su posición en Europa, con un crecimiento del 18,4% del negocio de dermatología impulsado por los nuevos lanzamientos. La compañía espera que el próximo lanzamiento de lebrikizumab para la dermatitis atópica le sitúe en una buena posición para acelerar su crecimiento a medio plazo. Confía en su aprobación regulatoria en octubre de este año. “Estamos satisfechos de como Almirall ha obtenido unos sólidos resultados financieros en 2022 cumpliendo nuestras estimaciones financieras, gracias a la excelente evolución de nuestro principal negocio, la dermatología, que sigue registrando buenos resultados, impulsados por los productos que recientemente hemos lanzado y la fortaleza mostrada por nuestro negocio en Europa”, subrayó el propio Carlos Gallardo en un comunicado.

Gallardo espera que durante 2023 los motores de crecimiento de la compañía mantengan su trayectoria positiva durante este año mientras se prepara el lanzamiento de ‘ebrikizumab para la dermatitis atópica. “Estamos muy bien posicionados para el crecimiento a medio y largo plazo. La solidez de nuestro balance y la flexibilidad de nuestra estructura de capital, nos permitirán continuar explorando opciones de crecimiento inorgánico que se alineen con nuestra estrategia corporativa”, añadió.

La compañía también informó que además de que propondrá el pago de un dividendo de 0,19 euros por acción para su aprobación en la próxima junta general anual, prevista para el 5 de mayo, cantidad que se encuentra en línea con el dividendo de años anteriores.

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