Qué pasa cuando hay una sucesión de empresa
Se trata de una transmisión de la empresa de una persona a otra
La sucesión de empresas es una transmisión de titularidad manteniendo la identidad organizativa. Esta puede presentarse por distintos motivos, según indican desde el portal Hablemos de Empresas, una de las más comunes es la jubilación del dueño, que desea mantener la empresa dentro de la familia. Sin embargo, también puede ocurrir debido a fusiones, cesiones, arrendamientos, escisiones u otros casos.
La ley que principalmente regula la sucesión de empresas es el Estatuto de los Trabajadores. Según este estatuto, se considera sucesión de empresa cuando la transmisión afecta a una entidad económica que mantiene su identidad, es decir, un conjunto organizado de medios para llevar a cabo una actividad económica.
En el caso de una venta o sucesión empresarial, los trabajadores tienen derecho a mantener sus condiciones laborales previas. Sin embargo, si existe una sucesión empresarial fraudulenta, con la intención de eludir deudas y responsabilidades, se pueden presentar problemas legales.
En ese sentido, los expertos advierten de que cuando una empresa familiar plantea la sucesión, es importante contar con un plan de sucesión que considere los posibles problemas y desafíos que puedan surgir en el proceso. Planificar adecuadamente los procesos de sucesión generacional con tiempo suficiente y de forma seria y minuciosa es esencial para garantizar la continuidad de la empresa.
No es una subrogación
El proceso de sucesión de una compañía debe diferenciarse de la subrogación empresarial. En este último caso no se transmiten medios materiales imprescindibles para la actividad principal, mientras que en la sucesión empresarial, el cambio de titularidad no extingue las relaciones laborales. El nuevo empresario está obligado a subrogarse en los derechos y obligaciones laborales y de Seguridad Social del anterior.
Por otro lado, también podría ocurrir en la empresa una sucesión de plantillas. En este contexto, la sucesión también implica la sustitución de puestos clave en la empresa cuando sea necesario.
Cabe recordar la necesidad de que las empresas reconozcan el valor de un buen trabajador, por eso los expertos les recomiendan crear planes de sucesión que analicen posibles vacantes en puestos cruciales e identificar a los empleados con potencial para cubrir esas posiciones en el futuro.
