La brecha fiscal entre autónomos y asalariados sigue siendo desmesurada
UPTA pide equilibrar la fiscalidad y cambios para ser más competitivos
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) advierte de que la brecha fiscal entre autónomos y asalariados sigue siendo desmesurada. Según dicen, el tipo impositivo real de las empresas españolas es, de media, de un 13 %, mientras el de las personas trabajadoras por cuenta propia es del 20 %.
El presidente de UPTA, Eduardo Abad, alerta de que deben realizarse “modificaciones fiscales de calado” para el colectivo de los trabajadores autónomos. “La brecha fiscal a la que están siendo sometidos es indignante, la voracidad de parte del empresariado de nuestro país no tiene límites”.
Según explica Abad, estos profesionales “son los primeros en utilizar la figura del falso autónomo para reducir costes sociales, los que acaparan los contratos públicos de las administraciones, los que hacen que las cadenas de subcontratación sean al final cadenas de precariedad y promueven los autónomos pobres”.
Deducciones para sociedades
UPTA recuerda que en España existen diversas deducciones que las sociedades pueden realizar, abarcando desde comidas en restaurantes para agasajar a clientes o empleados, hasta gastos relacionados con vehículos de lujo para directivos. Sin embargo, alertan de que “en contadas ocasiones”, el colectivo de los trabajadores autónomos puede deducir una comida, incluso un menú del día de tan solo 12 euros. Además, indican que solo en algunos casos puede imputar el 50% de los costos del vehículo.
Según dicen, dichos ejemplos “evidencian claramente el desequilibrio existente en materia fiscal”. En ese sentido, las organizaciones patronales buscan profundizar aún más en las medidas que ayuden al colectivo, por lo que solicitan una reducción adicional en el Impuesto de Sociedades, mayor flexibilidad fiscal para las empresas y una disminución de los costes sociales.
El presidente de UPTA insiste en que el país “debe crecer económicamente de forma igualitaria, no se puede batir un récord de beneficios y querer seguir exprimiendo a los pequeños proveedores de servicios o bienes”. En ese sentido, apunta que se debe equilibrar la fiscalidad y pide “que se adopten cambios que nos permita ser más competitivos, hacer crecer nuestros negocios y vivir dignamente de nuestro trabajo”.