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Cine y Derecho
Tribuna
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'Barbarians at the gate' y las LBO

La película supone un magnífico ejemplo de cómo en los años 80 se expandía ya la actividad del capital riesgo

Una escena de la película 'Barbarians at the Gate' de HBO.
Una escena de la película 'Barbarians at the Gate' de HBO.

Barbarians at the gate es una producción de HBO dirigida por Glenn Jordan en 1993, basada en el libro del mismo título escrito por Bryan Borrough y John Helyar, que narra la lucha por la toma de control o adquisición de la compañía tabaquera RJR Nabisco en los años 80 en plena efervescencia del capital riesgo en Estados Unidos.

La película comienza con la presentación de la historia del singular CEO de la compañía, F. Ross Johnson (interpretado por James Garner), y como recibe la idea de realizar una LBO (Leverage Buy Out) sobre la propia compañía que dirige por uno de los socios fundadores de la empresa de capital riesgo KKR, Henry Kravis interpretado excepcionalmente por Jonhattan Pryce. Kravis era conocido en Wall Street por ser el “inventor” de las LBO, o procesos de adquisición de empresas mediante apalancamiento para excluirlas de bolsa y que su propiedad pasase al capital privado.

Aunque la película se desarrolla en clave casi paródica supone un magnífico ejemplo de cómo en los años 80 se expandía ya la actividad del capital riesgo y especialmente singular es como explica Kravis al directivo de RJR Nabisco en qué consiste una LBO “Se paga la deuda por la compra de la compañía con la tesorería de su operativa corriente y mediante la venta de algunas partes del negocio”. Para este proceso, el fundador de KKR la indica que necesitan a banqueros y abogados, y que pueden finalizarlo en un par de semanas pero es fundamental guardar confidencialidad a fin de no atraer el interés sobre la compañía y con ello ofertas competidoras. Con esta simple idea despierta la avaricia de Ross, que ve la posibilidad de alcanzar a título individual un porcentaje significativo de la propiedad de una de las veinte mayores empresas en ese momento en los EE UU, y acude a buscar financiación y la ayuda para realizar la compra apalancada a American Express, la competencia de KKR, lo que anima a esta última para ofertar también a fin de no quedar excluida del exitoso negocio financiero que se adivinaba tras la LBO.

Desde ese momento se desarrolla una lucha entre ambos protagonistas para presentar la mejor oferta por la compañía, mostrando la película perfectamente las dinámicas que en estas situaciones se producen entre oferentes, empresas financiadoras y el consejo de administración de la sociedad en cuestión.

Una de las cuestiones más interesantes en la película es la defensa acérrima que realiza el consejo de administración, en la figura de su presidente, frente a los oferentes para obtener el mejor precio por acción posible para sus accionistas, y como contratan a un asesor del Consejo para analizar las ofertas incluso para solicitar y negociar ofertas finales sobre las ya realizadas.

La película, muy entretenida para los aficionados al mundo del mercado de capitales, refleja una historia real, donde las ambiciones del consejero delegado de RJR Nabisco se enfrentaron a las del socio fundador de la empresa de capital riesgo KKR y su lucha pública animó a otros actores de Wall Street a intervenir en la puja. Esa lucha se retransmitió por los medios de comunicación, como bien destaca la película, e incluso recabó fidelidades hacia uno u otro oferente por parte de altos directivos de la compañía, pero la conclusión final es favoreció a los accionistas que consiguieron que se elevará el precio de sus acciones.

Jose Luis Luceño Oliva, profesor de Loyola Másteres.

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