Vodafone busca un nuevo CEO para España y reabre la incertidumbre en la empresa

Colman Deegan renuncia en pleno deterioro del negocio, tras dos años en el cargo El grupo degrada a la filial española y la integra en su Clúster Europeo

Colman Deegan.

La incertidumbre vuelve sobre Vodafone España. La compañía comunicó ayer la renuncia de Colman Deegan, CEO de la filial española, a partir del 31 de marzo. El directivo irlandés llegó al cargo en noviembre de 2020, en sustitución de Antonio Coimbra, quien ha permanecido como presidente no ejecutivo de Vodafone España. Es decir, ha estado en el cargo poco más de dos años. Coimbra, por su parte, continúa en el puesto, con funciones principalmente institucionales y de apoyo a grandes cuentas, pero al margen del día a día del negocio.

Vodafone explicó que ya ha iniciado un proceso para seleccionar un nuevo CEO para el negocio en España. El cambio llega en un momento de interinidad en el grupo tras la reciente salida de su CEO, Nick Read, y su sustitución por la directora financiera Margherita Della Valle, a la espera del nombramiento de un sustituto. “Se abre un periodo de incertidumbre en una empresa como Vodafone España, de la que han surgido todo tipo de rumores, incluida su venta”, dicen fuentes del sector.

La salida de Deegan coincide con un nuevo deterioro de los resultados de Vodafone España, que parece seguir inmersa en una indefinición estratégica. La operadora registró un volumen de negocio total de 1.965 millones de euros en su primer semestre fiscal, finalizado en septiembre, un 6% menos, con una caída de los ingresos por servicios del 4,5%.

La teleco, penalizada por la fuerte competencia, perdió unas 165.000 líneas móviles, y 111.000 en la telefonía fija en portabilidad, en 2022. En la telefonía móvil, en los últimos dos años, la compañía ha pasado de una cuota de mercado del 20,48% al 18,04%. A su vez, en la banda ancha fija, ha perdido el tercer puesto en número de líneas en favor de MásMóvil. “Los números no han acompañado, y eso marca la gestión”, afirman fuentes del mercado.

La operadora, además, ha visto como Orange cerraba un acuerdo de fusión con MásMóvil, actualmente en proceso de estudio por Bruselas, que dejará, si se cierra, a Vodafone como tercer operador en España, muy lejos del segundo.

Según fuentes del sector, cualquier operación corporativa no habría sido competencia directa de Deegan, sino de su jefe, el citado Nick Read, si bien apintan que Deegan llegó a España con un perfil financiero y de especialización en fusiones y adquisiciones, en un momento en el que ya se hablaba de la necesidad de consolidación, y no se ha materializado ninguna transacción.

Vodafone España, además, vive en un momento de incertidumbre estratégica, ante la posible venta de su red fija. El grupo, bajo la dirección de Read, puso en marcha en proceso, pero su salida ha frenado el plan. La red fija procede de la antigua Ono, adquirida en 2014, por más de 7.200 millones de euros, pero que, a la postre, no ha dado los resultados previstos. De hecho, la firma ha recurrido a acuerdos mayoristas con Telefónica para alcanzar la cobertura global en fibra.

La teleco defendió la gestión de Deegan, quien justificó su renuncia por motivos personales. La operadora afirmó que Deegan ha realizado una contribución significativa, liderando la compañía durante el final de la pandemia en un momento crítico del mercado español de telecomunicaciones. “Manteniendo la rentabilidad, Deegan ha promovido una profunda transformación del negocio centrada en la búsqueda de la eficiencia, la simplificación de los procesos, la mejora de la experiencia del cliente, así como el impulso de una nueva estrategia comercial y la entrada en nuevos negocios. Asimismo, ha fortalecido las relaciones con la administración con el propósito de crear las condiciones para la mejora de la competitividad, rentabilidad e inversión en el sector”, dice Vodafone España.

En este sentido, Colman Deegan llevó a cabo el último expediente de regulación de empleo (ERE) realizado por Vodafone España, en otoño de 2021, que supuso la salida de 442 empleados, el 10% del total, tras un acuerdo con los sindicatos.

En su comunicado, el grupo Vodafone señaló que Deegan apoyará a Margherita Della Valle en iniciativas estratégicas del 1 abril hasta el 31 de julio de 2023. “Su sucesor será designado en su debido momento”, dijo la teleco.

Estructura

La teleco indicó que Vodafone España se ha integrado en el Clúster Europeo, una división que engloba los negocios en Portugal, Albania, Irlanda, Rumanía, Grecia y República Checa.

“Esto refleja los esfuerzos de simplificación del Grupo Vodafone y representa una oportunidad de acelerar la vuelta al crecimiento del negocio en España, gracias al apoyo de un equipo de gestión liderado por Serpil Timuray, CEO del Clúster Europeo de Vodafone”, dijo la teleco. En principio, el consejero delegado de la división española reportará al CEO del Clúster Europeo en lugar de hacerlo al CEO global.

Cuestión de idiomas

Discursos. El 21 de noviembre, UGT celebró su tradicional evento del sector. Emilio Gayo presidente de Telefónica España, habló en español, el francés Jean-Francois Fallacher, CEO de Orange España, también dio su discurso en castellano, pero Colman Deegan, apenas dio el saludo en español y pronunció su discurso en inglés. Este hecho fue comentado por algunos de los presentes, que compararon la trayectoria en España de Fallacher y Deegan, con una duración similar.

Pasado. No es la primera vez que sucede algo similar. Vodafone España, en el pasado segundo operador nacional, tuvo como CEO, durante 2011 y 2012, al directivo sudafricano Shameel Joosub, actual CEO de la filial Vodacom. En ese periodo, y hasta su sustitución por Antonio Coimbra, Joosub no pronunció ningún discurso en castellano y, a cualquier evento público, acudía con una traductora.

Orange. La firma ha tenido como consejeros delegados en España a tres franceses, Jean-Marc Vignolles, Laurent Paillassot y el citado Fallacher, y los tres hablaban español.

Ejecutivo. Según fuentes del sector, Vodafone necesita un ejecutivo local con un conocimiento real del mercado español que pueda poner remedio a los problemas en la parte operativa. Un CEO que no conoce el idioma bien, difícilmente se puede comunicar con clientes, reguladores o administración.