El ciclo de la riqueza infla la compra récord de los Phoenix Suns de la NBA
Mat Ishbia, multimillonario del sector hipotecario, adquiere los Suns y los Phoenix Mercury femeninos por 3.700 millones de euros
La compra de los Phoenix Suns de la NBA y los Phoenix Mercury de la liga femenina por 3.700 millones de euros, por parte del multimillonario Mat Ishbia, es un ejemplo de prosperidad de manual.
Es una operación asombrosa, un 160% por encima de los 1.500 millones atribuidos a los equipos en 2021 por una inversión minoritaria de Dyal HomeCourt Partners, y 10 veces lo que el actual dueño [y del Mallorca de fútbol], Robert Sarver, pagó por los Suns en 2004. El récord anterior de la NBA se fijó en 2019, cuando el cofundador de Alibaba Joe Tsai compró la parte de los Brooklyn Nets que aún no poseía, y el estadio Barclays Center, por 3.200 millones. Solo la superan las compras este año de los Denver Broncos de fútbol americano por 4.400 millones y del Chelsea de fútbol por 5.000 millones.
Aunque el impulso se atribuye al auge de los derechos de TV, también intervienen otras fuerzas. Ishbia dirige United Wholesale Mortgage (UWM), uno de los mayores suscriptores de hipotecas del país. Fundado por su padre en 1986, él lo hizo crecer antes de aprovechar la fiebre de las SPAC, en la que hasta entonces era la mayor operación de este tipo, con 15.000 millones. Se adelantó al colapso del mercado, a la subida de los tipos, y a la consiguiente caída del mercado inmobiliario.
Es fácil ver cómo este tipo de ciclo productor de riqueza sustenta las valoraciones de la NBA y otros activos de lujo. Y una rivalidad local puede haber contribuido. Dan Gilbert, compañero de Ishbia en la Universidad Estatal de Míchigan, fundó y controla Rocket, un rival hipotecario de 14.000 millones, cuya OPV se produjo poco después de la de UWM. Gilbert compró los Cleveland Cavaliers en 2005 por 375 millones; Forbes la valoraba en octubre en unos 2.100 millones.
Sarver, que en septiembre fue suspendido un año y multado con 10 millones por crear un ambiente de trabajo tóxico, también hizo fortuna vendiendo bancos comunitarios e invirtiendo en inmobiliario. Es una prueba más de cómo la vivienda, la ingeniería financiera, el deporte y el ego pueden combinarse para dar lugar a una clásica jugada multimillonaria de cuatro puntos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías