_
_
_
_
_
Vino

La sequía reduce un 5% la vendimia en Ribera del Duero y dispara el coste de la uva

Esta se encarece hasta un 60% por la menor cantidad recolectada

Miguel Ángel Sanz, director general, y Enrique Pascual, presidente de la D.O. Ribera del Duero.
Miguel Ángel Sanz, director general, y Enrique Pascual, presidente de la D.O. Ribera del Duero.
Javier García Ropero

La Denomonación de Origen (DO) Ribera del Duero ha cerrado la vendimia de 2022 con una recolección de 105 millones de kilos de uva, un 5% menos que la del año pasado. Una campaña marcada por la sequía y las altas temperaturas, que alargaron la vendimia durante más de dos meses hasta terminarla ya entrado noviembre.

“Ha sido larga y heterogénea, pues en una misma parcela la uva alcanzaba su madurez en fechas distintas”, explica Miguel Angel Sanz, director general de la DO, a este periódico. “Nos encontramos con una uva más pequeña, por eso bajan los kilos, lo que dará vinos de colores más potentes y características más complejas”, explica.

También ha sido una campaña marcada por las alzas de costes, a dobles dígitos en los insumos, desde la energía al vidrio, pasando por el combustible o el cartón. Y en esta vendimia, también el de la uva.

“La materia prima ha subido de forma sustancial, entre un 50% y un 60%. Al recogerse menos, se ha pagado más cara”, explica Enrique Pascual, presidente de la denominación de origen. “Ribera de Duero está posicionada en vinos de calidad, y saldrá adelante, no hay duda. Pero se ha juntado todo y derivará en una situación un poco compleja”, añade.

Como reconoce Miguel Ángel Sanz, estos incrementos, comunes en todo el sector, “tendrán influencia en los precios de venta”, algo que será “una tónica general”. “Veremos vinos más caros, y no porque el productor traslade toda la subida de coste. Nuestro cliente valora el precio y la calidad, y es ahí donde tenemos que jugar. Ese posicionamiento nos permitirá crecer en 2023, pese a que se prevé que continúe esta crisis”. Ribera de Duero contaba, a cierre de 2021, con una cuota de mercado en volumen del 10,4%, la tercera del país, y del 16,8% en valor, solo superada por Rioja.

Este año apunta a una nueva mejora de ventas. Hasta noviembre, estas superaban en un 1% las del mismo periodo de 2021, en el que ya se recuperaron los niveles pre-covid. “2022 empezó con un importante crecimiento, que se ha ido reduciendo después. No va a ser un año malo”, dice Sanz.

La DO también busca incrementar su peso exportador. En torno al 18% de las ventas se realizan fuera, y el primer objetivo a medio plazo es llegar al 25%. “Empezamos tarde. Pero el consumidor internacional quiere vinos de alta calidad, y eso es lo que exportamos”, dice Sanz. Suiza, EE UU, México o Canadá aparecen en el radar como objetivos.

Ribera de Duero cuenta ahora con 311 bodegas adheridas a la DO. Esta viene creciendo progresivamente, y en los últimso 20 años ha doblado su tamaño. Sus responsables ven margen para seguir creciendo. “Llegan tanto pequeñas bodegas como otras, de zonas diferentes, que quieren hacer vinos de alta calidad. Dos más se sumarán pronto”, anticipa Sanz.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

Más información

Archivado En

_
_