Cuando de la obligación se pasó a la convicción
La tercera edición del observatorio puso el foco en el aspecto social de la inversión En el evento se hizo entrega de los galardones Mapfre Inclusión Responsable
El pasado 1 de diciembre, Mapfre, en colaboración con CincoDías, organizó el III Foro del Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles. Además de servir de lugar de debate sobre las tendencias que configuran la actual realidad de esta forma de entender la inversión, en el evento se hizo entrega de los galardones Mapfre Inclusión Responsable.
Javier Oliveros, director general comercial adjunto de Mapfre Iberia, inauguró la jornada explicando en qué consistiría y resumiendo lo que el evento significa: “Tenemos la firme convicción de que desde el ámbito financiero podemos y debemos contribuir a crear un mundo más justo y sostenible. Como parte del compromiso, pusimos en marcha este observatorio a mediados de 2020, con el objetivo de convertirse en un espacio de referencia para el desarrollo de productos de inversión responsable, con un fuerte foco en la diversidad y en la inclusión. Para nosotros es una ocasión muy especial”.
Materialización
Pasar de la convicción al terreno de los hechos no siempre es sencillo. José Manuel Inchausti, vicepresidente de Mapfre y CEO para el área territorial Iberia, enumeró cifras concretas de la aportación de la compañía a la sociedad. “En el año 1975 creamos la Fundación Mapfre. Cada año, invierte 50 millones de euros en acción social. Hemos puesto el foco en el empleo. El 97% de los contratos de Mapfre son fijos y el 3,5% de la plantilla son personas con discapacidad. Luchamos por la educación financiera y ofrecemos seguros accesibles, algo importante en caso de que las cosas salgan mal”, subrayó.
Ahora que las perspectivas económicas no acompañan, existe el temor de que los esfuerzos de las compañías en estos campos se relajen. Ana Campón, CFO de Siemens España y Portugal, eliminó las dudas al respecto. “No creo que ocurra este retroceso. Todos esperan esfuerzos en ESG. Los inversores, los consumidores e incluso los empleados demandan que las empresas hagan este tipo de esfuerzo. Antes, las empresas hacían esto por mandato, casi por obligación; ahora noto que ha cambiado. Es por convicción. Invertir en ser responsable cuesta dinero, pero no hacerlo te puede dejar fuera del mercado”, sostuvo la ejecutiva.
La letra olvidada
Entre las siglas ESG, el medio ambiente ha sido la cuestión que más focos ha acaparado, eclipsando a la S de social y a la G de gobernanza, comentó Ana Claver, directora general de Robeco para España, US offshore y Latam. “De hecho, en el informe de riesgos que publica el Foro Económico Mundial, que identifica diez grandes desafíos para la humanidad en los próximos años, cinco son de tinte verde y dos, de carácter social. No me cabe ninguna duda de que con la crisis de encarecimiento de coste de vida que estamos sufriendo, en 2023 la parte social va a ganar mucha más fuerza”, vaticinó la experta.
José Luis Jiménez Guajardo-Fajardo, director general de inversiones de Mapfre, ilustró ese menor foco sobre la parte social con el hecho de que ni siquiera hay una taxonomía para determinar qué es una inversión social. Con ayuda de la fundación, el brazo inversor de Mapfre puso el foco en aprender a distinguir en esta categoría inversora. Jiménez lamentó que la mayoría de veces se espere a la llegada de regulación para pasar a la acción: “Independientemente de que la regulación todavía no llegue, nosotros seguiremos esforzándonos para que los fondos en los que invertimos hagan el bien”.
Camino por recorrer
Íñigo Alli, miembro del consejo asesor de SpainNAB, concienció de que realmente todavía queda mucho por hacer en el plano de la inversión responsable en España, sobre todo en lo referente a las personas con algún tipo de discapacidad. “Otros países como Portugal, Francia, Alemania o Italia llevan muchos años de ventaja en la creación de ese ecosistema necesario que conforman las empresas con propósito, la economía social y el mundo de la inversión de impacto para facilitar una mayor inclusión de pleno derecho de las personas con discapacidad”, analizó.
Cada integrante de la mesa mostró cómo su disciplina puede contribuir en este largo camino. Marta Bengoa, catedrática de Economía en la City University of New York, aportó una visión académica: “Nos dedicamos a la transmisión del conocimiento. Desde la academia se puede contribuir a mejorar los criterios de sostenibilidad e inclusión creando alianzas. Impulsando cátedras, foros, debates como este observatorio de Mapfre, que sirvan para ver cómo estamos y cómo podemos seguir avanzando el día de mañana”.
Enrique Sanz, rector de la Universidad Pontificia Comillas, profundizó más sobre el cómo lograr ese impulso académico: “Pensamos en los estudiantes, en la sociedad y en los recursos. Para los estudiantes, podemos incluir alguna asignatura y prácticas en esta dirección. Incluir trabajos de final de máster o de grado que analicen cómo mejorar la inclusión. En el plano social, organizamos simposios internacionales. Hace pocas semanas, albergamos uno sobre ESG. En los recursos, hemos instalado sensores para un mejor aprovechamiento de la energía. Hemos instalado paneles fotovoltaicos en nuestros campus. Así es como abordamos la ESG”.
Desde la perspectiva de la justicia, María Luisa Segoviano, presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, desgranó a través de un caso real cómo los jueces contribuyen a hacer realidad las grandilocuentes declaraciones y leyes que aprueban los políticos al respecto de la sostenibilidad. Una persona con discapacidad obtuvo la prejubilación por su condición y reunía los requisitos para solicitarla. Cuando su enfermedad se agravó posteriormente, pidió el reconocimiento de invalidez completa. La Sala de lo Social del alto tribunal no le dio la razón a esta persona, y Segoviano emitió un voto particular a favor de que se reconociera la condición. A posteriori, su punto de vista fue el que adoptó el Constitucional.
Álvaro López Barceló, director general del Tesoro y Política Financiera, concluyó el acto con un mensaje positivo. El ser responsable tiene recompensa. “A través de los bonos verdes, podemos apelar a una creciente base de inversores nacionales e internacionales que tienen el mandato de seguir estos criterios. La emisión inaugural de este tipo de bonos fue en 2021. Fue todo un éxito. No solo por una demanda que superó en 12 veces a la oferta, sino porque nos permitió financiarnos a un coste menor. Algo que ha sucedido en las sucesivas ocasiones”, afirmó Barceló.
Siemens y Campus Diversia, los premiados por su labor
Mapfre quiso reconocer la labor de dos premiados. De un lado, otorgó el Premio Mapfre Inclusión Responsable 2022 a la compañía Siemens. De otro, entregó el Reconocimiento Mapfre Inclusión Responsable 2022 a Campus Diversia, el proyecto para poner en valor las capacidades de las personas en el entorno rural impulsado por Amica, la asociación dedicada a favorecer la promoción personal y la participación social de las personas con discapacidad.
En su discurso de agradecimiento, Ana Campón, CFO de Siemens España y Portugal, la encargada de recoger el galardón en nombre de la compañía, resaltó la importancia de hacer las cosas por convicción. “No hay nada más fuerte que esto. En España hemos creado un proyecto llamado DEI. Diversidad, equidad e inclusión. Hemos reunido un equipo de 50 voluntarios. Por interés propio participan en este proyecto. Ayudan a promover esta cultura tanto a nivel interno en nuestra empresa como a nivel externo. Por ello, el premio que nos da Mapfre es todo un impulso. Nos dice que estamos haciéndolo correctamente y nos anima a seguir por este camino”, agradeció Campón.
El reconocimiento entregado a Diversia lo recogieron tres personas: Tomás Castillo, gerente de Campus Diversia; el presidente de Amica, Joaquín Navamuel, y Miguel Martínez, partícipe del proyecto.
“El campus Diversia es un ejemplo de cómo podemos luchar contra el abandono de territorios rurales, de cómo combatir contra el cambio climático y de cómo podemos esforzarnos por impulsar un futuro para las personas con discapacidad que quieran vivir en el campo. Tengo que agradecer a Mapfre de forma muy especial porque siempre han creído en este proyecto en todo momento. Nos han ayudado a hacer viables iniciativas de carácter social como esta. Pensamos que es importante lograr que muchas personas tengamos la valentía de cuidar de nuestro entorno. El apoyo de la inversión sostenible de Mapfre, así como la entrega de este reconocimiento, es también para nosotros un apoyo inestimable que nos da fuerzas”, proclamó Castillo.