La segunda mano se sacude los prejuicios
Aumentan los consumidores de objetos usados motivados por el precio y la opción de hacer una compra sostenible Los miembros de la generación Z demandan cada vez más este tipo de productos
Tres chicas rozando la veintena charlan animadamente por el centro de Madrid. Cada una de ellas lleva una bolsa de papel colgada del brazo que delata una tarde de compras. Aunque en este caso no es de ninguna de las grandes compañías de fast fashion que pueblan las calles principales de las ciudades o los centros comerciales. Las tres vienen de comprar en Humana, una cadena de tiendas de ropa de segunda mano.
Son un ejemplo de una tendencia que se viene registrando en el mercado de las prendas usadas: los miembros de la generación Z, aquellos nacidos a finales del siglo pasado y principios de este milenio, cada vez demandan más este tipo productos. “Se trata de un público que ha superado estereotipos sobre la moda de segunda mano. Les resulta cool y moderno, alejado de prejuicios del pasado”, explica Rubén González, portavoz de Humana Fundación pueblo para pueblo, una institución que cuenta con 48 establecimientos y lleva 35 años de trayectoria gracias a los recursos que obtiene con la gestión de textil usado.
Más de tres décadas que le han permitido ser testigo de un cambio de mentalidad en la sociedad española en los últimos años. “Ha pasado de ser ‘ropa para personas con escasos recursos’, a resultar una manifestación de moda sostenible a precios asequibles con un claro componente de diferenciación frente a la oferta fast fashion”, sostiene González.
Dicho cambio también lo viene notando con los productos de segunda mano en general José Lezcano, director general de Milanuncios, portal de internet especializado en la compra y venta de este tipo de objetos. “Hay un tema cultural que viene de hace años, cuando adquirir segunda mano era un poco reconocer que no te podías permitir comprarlo nuevo. Esto, afortunadamente, ha ido variando con el paso del tiempo, y ahora, incluso, tiene un componente positivo de ser una compra inteligente”, asegura.
“La oferta segunda mano convence cada vez a más personas. Por necesidad, tendencia o consumo sostenible, es una opción cada vez más valorada socialmente, una alternativa seductora para muchos segmentos de la ciudadanía”, añade González.
Aunque tiendas de ropa vintage o mercadillos de segunda mano, como El rastro en Madrid, han existido desde hace décadas, internet ha hecho que sea más fácil comprar segunda mano. Ahora no hay que desplazarse a un establecimiento físico para adquirir estos productos, se puede hacer desde la comodidad del sofá en plataformas como Vinted, que cuenta con 75 millones de miembros registrados en 18 mercados de Europa y Norteamérica.
“La creciente popularidad de plataformas como la nuestra se debe a que los consumidores optan por la segunda mano para ahorrar o ganar un dinero extra, buscar artículos únicos o consumir de forma más responsable, y a que estas motivaciones son cada vez más relevantes debido a acontecimientos como la pandemia. La segunda mano ha dejado de ser una tendencia de moda para convertirse en un movimiento ampliamente aceptado por la sociedad”, asegura la compañía en una respuesta remitida por correo electrónico. En la misma se asegura que, pese al crecimiento, aún se nota “un gran hueco que llenar” si se observa el mercado de segunda mano en comparación con el de primera, por lo que afirma que hay espacio para que el sector crezca.
La plataforma sostiene, además, que incluso consumidores que hace una década no pensaban en las compras de segunda mano se lo plantean ahora. Una afirmación que casa con el dato ofrecido por Cáritas según el cual, cada año más de 80.000 personas en España adquiere ropa usada por primera vez. La entidad vinculada a la iglesia tiene un proyecto de recogida y reciclaje de ropa, llamado Moda re-, cuyas ventas este año han registrado un incremento de más del 15%. “La combinación de estilo y sostenibilidad ofrece a los jóvenes una fórmula atractiva, a la que se suma el impacto social y solidario de esta opción de compra frente a otras opciones”, aseguró a Efe Enrique Osorio, portavoz del proyecto textil, cuyo uno de cada tres nuevos clientes es menor de 35 años.
Regalos de segunda mano
La segunda mano también se está convirtiendo, cada vez más, en una alternativa a la hora de hacer regalos. De hecho, los productos reutilizados son ya una opción de presentes para el 51% de los consumidores, según un estudio realizado por Wallapop, plataforma especializada en este tipo de comercio. La compañía abrió hace una semana una tienda efímera en el barrio de Salamanca, la milla de oro de las compras en Madrid, con la que puso a prueba la capacidad de los clientes de diferenciar productos de segunda mano de los nuevos. “Nuestra intención es que las personas sigan reflexionando sobre sus hábitos, perciban que la calidad de los productos reutilizados está al mismo nivel que los nuevos y los consideren cada vez más como primera opción de compra, ya sea para ellos o para regalar”, explicó Olivia Calafat, directora de marketing de la firma, en un comunicado. “Al final, la principal diferencia son prejuicios sobre la calidad, y que no hace falta gastar más recursos en fabricarlo. Se trata de compras que nos hacen sentir bien a todos los niveles: son positivas para el comprador, para el vendedor y para el planeta”, añadió Calafat, que defendió que hacer de los productos reutilizados una opción de calidad y sostenible es el camino para llegar a todos los públicos.
Esta tendencia de hacer regalos de segunda mano seguirá en aumento si se atiende a los datos aportados por Vinted. En un estudio, realizado en 11 mercados y lanzado con motivo de las fiestas navideñas, se señala que el 63% de los encuestados prevé hacer este tipo de compras a lo largo del próximo año. Además del ahorro que supone elegir objetos reutilizados, el 49% de los entrevistados destaca la importancia de hacer un consumo más sostenible y responsable como motivo para recurrir a la segunda mano.
Las cifras de la segunda mano
Emisiones. El mercado de segunda mano ahorró en España durante 2021 un total de 1.473.522 toneladas de CO2, un 18,6% más que en 2020, según un estudio realizado por Milanuncios en su iniciativa Cerrar el círculo. Dicha cifra equivale a las emisiones del país en tres días completos, o el total de las que se producen al fabricar 368 millones de camisetas.
Materias primas. Con la economía circular se ahorra también en el uso de materias primas. Las compraventas realizadas a través de Milanuncios en España en 2021 supusieron un ahorro de plástico equivalente a 13.300 millones de bolsas. Del mismo modo, se dejó de usar una cantidad de acero con la que se podrían fabricar 28 millones de bicicletas, así como 62.455 toneladas de aluminio, que serían unos 6.500 millones de teléfonos iPhone.
Concienciación. La pandemia del coronavirus supuso un cambio de paradigma sobre la forma en la que las personas pensaban, vivían y consumían, según el informe La red del cambio realizado por Wallapop. En el mismo se detalla que nueve de cada diez consumidores españoles realizan ya un consumo consciente y reflexionan cada vez más sobre si es necesario adquirir un producto o no. Además, para el 62% de los consultados, la sostenibilidad es un factor que influye en el proceso de compra, y al 90% llevar a cabo acciones con impacto positivo en el planeta les hace sentirse bien consigo mismos.