El fracaso de la SPAC de Circle le hace un favor al mercado
Su plan de fusionarse con una empresa cotizada de cheques en blanco llamada Concord Acquisition se deshizo de mutuo acuerdo este lunes
Las criptomonedas estables, o stablecoins, se comercializan como una clase de criptodivisas que ofrecen un valor estable y predecible. Para las empresas que las crean, sucede justo lo contrario. El plan de Circle Internet Financial de fusionarse con una empresa cotizada de cheques en blanco llamada Concord Acquisition se deshizo de mutuo acuerdo el pasado lunes. Dado que es imposible valorar Circle en estos momentos, seguramente le ha hecho un favor al mercado.
La empresa dirigida por Jeremy Allaire tenía previsto salir a Bolsa mediante una unión con una SPAC (sociedad de adquisiciones de propósito especial), valorándola en 9.000 millones de dólares. Sin embargo, 18 meses después del anuncio inicial, Concord aún no había recibido la autorización necesaria de la SEC. Tras el colapso de la plataforma FTX, las valoraciones de sus homólogas cotizadas se han hundido; este año, las acciones de Coinbase Global han caído un 80%.
Estas incógnitas hacen que el valor de Circle sea cualquier cosa menos estable. El hecho de salir a Bolsa ahora también expondría a los inversores a otras dudas difíciles de valorar. Varios legisladores estadounidenses están diseñando normas para regular las criptomonedas estables, en medio de una gran confusión en el Congreso. Estas normas podrían beneficiar a Circle o perjudicarla. La USD Coin está regulada por un organismo de supervisión financiera de Nueva York, a diferencia de su rival Tether, pero carece de la estructura de empresa fiduciaria segura de sus competidoras Gemini y Paxos. Circle podría acabar bajo la supervisión de los reguladores bancarios, de la SEC o de ninguno de ellos.
El jefe de Circle, Allaire, podría intentar por segunda vez salir a Bolsa si se resuelven estas cuestiones. La compañía tiene algo de lo que carecen muchas empresas tecnológicas: 43 millones de dólares de beneficios trimestrales, sin los ajustes y alteraciones que abundan en los estados financieros del sector tecnológico, es algo que debería atraer a los inversores del mercado público, al menos en tiempos más estables.