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Claves para empezar a invertir en este entorno de mercado

¿Dónde están las oportunidades? ¿Qué debe saber el inversor?

En plena recta final del año, con los mercados recuperándose, los tipos de interés subiendo y pensando en que hay menos margen de maniobra para minimizar la factura fiscal del año que viene, muchos inversores y ahorradores se preguntan qué pueden hacer con su dinero.

¿Es buen momento para entrar en el mercado? ¿Incremento mis posiciones? ¿Cambio mi estrategia? ¿Vendo ahora con pérdidas para aprovechar fiscalmente otra ganancia que tengo? ¿Dónde están ahora las oportunidades de inversión? ¿Puedo aprovechar la subida de los tipos de interés?

Estas son algunas de las cuestiones a las que se están enfrentando en estos momentos muchos asesores financieros por parte de sus clientes. 2022 no ha sido un año fácil para los inversores. Hemos tenido muchos acontecimientos y noticias que han hecho caer a los mercados y moverse en terreno de incertidumbre: la subida continuada de la inflación, la guerra en Ucrania, los problemas de stocks y suministro, la crisis del gas, la posible recesión y la normalización de la política monetaria por parte de los bancos centrales, entre otros.

Este escenario ha hecho que los precios de los activos cotizados no hayan dejado de caer prácticamente en todo el año. Y, aunque en las últimas semanas la renta variable ha recuperado, si miramos a los principales índices lo que vemos, a mediados de noviembre, son números rojos de doble dígito que, en el caso de Estados Unidos, rozan el 30% en el Nasdaq Composite. En Europa, los descensos son más moderados: el Euros Stoxx 50 pierde cerca de un 9% y el Ibex 35, un 7%. Todo mientras en el mercado de renta fija hemos vivido este 2022 el peor mercado bajista de la historia de los bonos.

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Como explica Manuel Rodriguez Torrecillas, selector de fondos de renta fija en Abante, “más allá del ruido y la volatilidad en el corto plazo, estamos en un momento propicio para encontrar buenos activos a previos razonables en renta fija y renta variable”.

El mercado ya no duda de que la inflación va a caer, lo que aún no sabe, y es lo que le pone algo nervioso, es hasta dónde van a llegar los tipos de interés. Con todo, Rodríguez Torrecillas destaca que “los mercados ya han incorporado en precio la nueva situación de tipos de interés, e incluso reflejan las subidas de tipos que están por venir en los próximos meses”. Así, este escenario nos deja, después de un 2022 malo y complicado, con una situación de partida que nos hace ser más optimistas y con un panorama mucho más alentador para el inversor.

Los inversores y ahorradores que quieran tomar decisiones en estos momentos deben tener en cuenta que, en la actualidad, los precios de muchos activos son buenos y atractivos, es decir, ahora tienen muchas más posibilidades de inversión que hace 10 u 11 meses.

Por ejemplo, para el inversor más conservador, la renta fija ya ofrece oportunidades. Como recuerda el selector de fondos de Abante, “como base tenemos la liquidez que ya nos remunera por encima del 1%, algo que era impensable hace unos meses”. Si seguimos, podemos fijarnos en el bono alemán, que, a finales de enero empezó a colocarse en terreno positivo por primera vez desde mayo de 2019, y ha ido escalando poco a poco hasta llegar a remunerar ahora por encima del 2%. En Europa, ahora el crédito de calidad se paga por encima del 4%, mientras que el high yield da rentabilidades cercanas al 8 y el 10%.

En renta variable, lo que más ha estado sufriendo es todo lo asociado a duraciones largas: tecnológicas y las acciones de crecimiento. Estas primeras, han rebajado sus previsiones de crecimiento y decepcionado, en algunos casos, además de protagonizar algunas noticias diversas, lo que ha hecho que caigan drásticamente en bolsa y que se ajusten sus valoraciones. Y, aunque puede que a las bolsas, en general, aún les pueda quedar algo de caída, es buen momento para construir una cartera constructiva y diversificada.

Con todo, lo primero que tiene que es saber el inversor es que no hay una receta única. Fijarse en lo que están haciendo los demás no es una buena idea. El inversor que ahora quiera empezar a invertir o cambiar su estrategia, debería hacer el trabajo de pensar qué cartera de inversión es la que le responde a nivel personal, es decir, qué cartera es la que cuadra con sus objetivos y sus circunstancias.

El dinero siempre debe tener un propósito cuando se invierte. Ese propósito es lo que va a determinar nuestro plazo -el horizonte temporal de nuestra inversión, es decir, cuándo vamos a necesitar nuestra inversión para cumplir nuestros objetivos- y, en consecuencia, nuestro perfil de riesgo y qué rentabilidad le tenemos que pedir a los mercados financieros.

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