Riu lidera la ofensiva hotelera española en Cabo Verde para crecer en el ‘caribe africano’
Cuenta con seis hoteles, 4.478 habitaciones y prevé cerrar 2022 con 300.000 clientes alojados, el 38% del total.
“Yo no era el primer empresario al que enseñaban los terrenos para construir hoteles, pero sí el único que se decidió a invertir”. Luis Riu, consejero delegado del gigante hotelero Riu, describía la pasada semana en su blog personal el carácter pionero de la compañía hotelera cuando decidió apostar hace veinte años por Cabo Verde, un destino virgen y con muchas posibilidades para el turismo, pero sin apenas infraestructuras y con una nula conectividad aérea con los grandes países emisores europeos. “Al arrancar la inversión en Boa Vista, tuvimos el compromiso del Gobierno de que el aeropuerto, que no era internacional, estaría operativo para la apertura. Abrió la noche antes”, recalcaba.
Dos décadas después, la hotelera balear se ha convertido en el mayor inversor extranjero en el archipiélago, ya que en la actualidad cuenta con seis hoteles (tres en la isla de Sal y tres en la isla de Boa Vista) que suman 4.478 habitaciones y en el mayor empleador privado del país, con 2.839 trabajadores, tan solo por detrás del gobierno local. Una posición de privilegio con la que ya domina una parte sustancial del tráfico aéreo de lo que el primer ministro de Cabo Verde Ulisses Correia denominó como el ‘caribe áfricano’, en la inauguración de la reforma del Riu Karamboa celebrada el pasado lunes.
Un archipiélago formado por diez islas, a 500 kilómetros de Senegal, con eternos arenales y un clima tropical todo el año que le permite tener temperaturas que no bajan de los 20 grados en invierno y largas horas de sol en contraste con el duro invierno en el centro y el norte de Europa. Y a precios más baratos que en Canarias, el otro gran destino invernal para el turismo europeo, lo que le ha hecho ganar atractivo entre aquellos turistas que priorizan el presupuesto.
La sostenibilidad como prioridad para el crecimiento
Energías renovables. El proyecto hotelero de la cadena balear en Cabo Verde pasa también por una potenciación de las energías renovables para suministrar a los seis hoteles. “Ya hemos instalado placas solares para la producción de energía fotovoltaica tanto en Sal como en Boa Vista y tenemos una visión muy ambiciosa para aumentar la producción de energía renovable hasta poder operar con 100% energía limpia”
Cabo Verde alcanzó su récord de llegadas de turistas internacionales en 2019, cuando rozó los 800.000 viajeros, y los dos años posteriores del coronavirus se encargaron de frenar una progresión ascendente que arrancó a principios de la anterior década. Ha sido con la recuperación de la normalidad y la salida de la crisis del coronavirus cuando el turismo internacional ha vuelto con fuerza, especialmente en el arranque de la temporada alta (que va desde noviembre a abril) y las estimaciones que anticipa el Ejecutivo caboverdiano apuntan a que este año ya se superará la marca de 800.000 viajeros para poder abordar con dos años de retraso el objetivo que se había marcado para 2021: alcanzar el millón de viajeros extranjeros en 2023
La previsión que maneja la hotelera balear es cerrar este año con 300.000 viajeros alojados en sus establecimientos, lo que supondrá un nuevo máximo histórico y un 38% del total de viajeros extranjeros llegados al archipiélago. Unas cifras que se sustentan en la alianza que mantiene con su socio TUI en dos sociedades (RIU Hotels SA y Riusa II SA), en que posee el 2,4% del turoperador y que tiene un asiento en el consejo de supervisión del turoperador, ocupada por el consejero directivo Joan Trian Riu. Unos vínculos que le permitan liderar la venta de paquetes desde Reino Unido, Alemania, Escandinavia, Bélgica y Holanda a Cabo Verde. Entre los dos primeros suman casi la mitad de los viajeros extranjeros al archipiélago.
La falta de vuelos regulares (solo la portuguesa TAP tiene una conexión semanal con Boa Vista, por ejemplo) y lo aislado del destino le ha convertido en un enclave casi exclusivo de turoperación en el que el socio alemán de la hotelera balear ha adoptado una posición de cuasimonopolio. “Cuando me preguntan por la turoperación y si pierde importancia en la comercialización hotelera, yo pienso automáticamente en Cabo Verde. Este destino depende completamente de las operaciones chárter. Sin la apuesta de nuestro socio TUI, que fue paralela a la nuestra, el destino no podría haber crecido como lo ha hecho”, apunta Luis Riu.
Gambia, el próximo destino en África
Competencia. El futuro de Riu en Cabo Verde pasa por seguir creciendo porque la competencia aprieta fuerte. Meliá ya ha abierto cuatro hoteles en Cabo Verde y tiene planes para ampliar su planta hotelera e Iberostar también se ha estrenado con un hotel en el archipiélago. Por ahora, la posición es de consolidación en Cabo Verde y de visibilización de oportunidades en mercados cercanos. Y la última se produjo en Senegal, donde inauguró en abril el hotel Riu Baobab y en la que ya poseen otra parcela adyacente para levantar un segundo hotel en caso de que el negocio cumpla con las expectativas previstas. Desde Riu confirman que el consejero delegado ya está inspeccionando nuevos mercados en África y que Gambia sería el que más posibilidades tiene para cerrar una nueva compra.