Las marcas consolidan el empleo y la supervivencia de la España vacía
Las firmas de fabricantes de alimentación y bebidas generan actualmente 75.000 trabajos en el territorio rural
En la próxima década se van a jubilar seis de cada 10 agricultores y ganaderos españoles, según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). Esto significa que se van a necesitar unas 200.000 incorporaciones al sector, pero el relevo generacional está en el aire por culpa de barreras como la excesiva burocracia y el acceso a la tierra, según se ha concluido este miércoles en la tercera jornada Impulso de las Marcas por la España Vaciada, organizada por Promarca en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Ese impulso es una de las grandes esperanzas en este sentido, ya que las marcas de fabricantes de alimentación y bebidas generan actualmente 75.000 empleos en la España vaciada. Central Lechera Asturiana, por ejemplo, se ha convertido en la mayor cooperativa láctea nacional, conformada por 7.000 familias ganaderas y factorías que se reparten en algunas de las localidades más despobladas del territorio, como Zarzalejo, en Madrid (1.620 habitantes), o Granda, en Asturias (258 habitantes). “Tenemos un propósito muy claro de dar un futuro a nuestras ganaderías familiares para que sean rentables, eficientes, sostenibles y puedan mantener los entornos en los que están”, ha asegurado el portavoz de la compañía Manuel Reinerio.
El objetivo de la cooperativa, además, es que los propios ciudadanos se involucren en el apoyo al medio rural como activistas. Para ello, Central Lechera Asturiana ha lanzado iniciativas como Libera, un proyecto para frenar las consecuencias de la basura abandonada en los espacios naturales, o Cambia de Escenario, una colaboración con la Asociación de Alojamientos Rurales de Asturias para promover el desarrollo económico de los pueblos asturianos poniendo a disposición de los visitantes 200 alojamientos rurales. “Somos una empresa creada por el mundo rural para defender el mundo rural”, ha afirmado Reinerio.
Para el consejero delegado de la multinacional láctea Lactalis, Ignacio Elola, la clave está no solo en generar empleo, sino en que sea estable y de calidad. “El 1% de nuestro gasto se dedica a la formación de la plantilla para que nadie se quede atrás ante los nuevos avances tecnológicos. Tenemos un nivel de rotación muy bajo, los empleados se quedan con nosotros y, además, con parámetros de excelencia”, comentó. La planta de Lactalis de Villarobledo (Albacete), por ejemplo, se ha transformado en un centro de formación a nivel mundial para técnicos de mantenimiento, según Elola. “El 50% de la gente que nace en esta provincia emigra y nosotros ayudamos a fijar población”, ha opinado.
Otro factor que ayuda a fijar población en el entorno rural, según el director de Relaciones Institucionales de la cervecera Heineken, Pablo Mazo, son los bares. “España es un país de bares y en el que la cerveza genera, sobre todo en los pueblos, cerca de un 40% de sus ingresos”, ha advertido. La hostelería también fue una de las grandes damnificadas de la pandemia del coronavirus, algo que Heineken ha combatido en los últimos dos años con una inversión de más de 340 millones de euros en diferentes ayudas para que estos establecimientos no tuvieran que echar la persiana.
Asimismo, el grupo compra a proveedores locales el 92% de la materia prima que necesita para fabricar cerveza consumida en España y tiene un proyecto de biomasa con poda de olivar en Jaén. Esta y otras iniciativas le permiten crear 1.500 empleos directos y más de 110.000 indirectos en el país, la mayoría de ellos en hostelería, sector clave para la supervivencia de los pueblos. “Toda la poda del olivar de la zona jienense se utiliza para generar el 70% de energía térmica que necesitamos para cocer la cebada y el lúpulo y hacer la cerveza. La sostenibilidad medioambiental también ayuda a consolidar población”, ha destacado Mazo.