El cemento español pierde mercado frente al importado por la subida de costes
El consumo cayó un 3,4% en septiembre y la evolución en el año entra en negativo, con un 0,2% de descenso
El consumo de cemento en España se ha colocado en términos de caída por primera vez en lo que va de año, del 0,2% entre enero y septiembre, tras un descenso del 3,4% en la demanda en este último mes, según datos aportados por la patronal Oficemen. Se trata del quinto mes consecutivo de retroceso respecto a volúmenes de 2021. La producción, por su parte, baja un 6,2% en el mes y un 0,6% al cierre del tercer trimestre.
El consumo acumuló 1,24 millones de toneladas, con una pérdida de 44.150 en septiembre, y en los nueve meses se superan ligeramente los 11 millones de toneladas, lo que supone dejar de vender 27.400 toneladas respecto al mismo periodo de 2021.
En el año móvil (octubre de 2021-septiembre de 2022) las cifras siguen ofreciendo crecimiento, del 2,4%. Sin embargo, este aumento es cuatro décimas menor que el que se contabilizaba en agosto, lo que reafirma la alerta de desaceleración. En los últimos 12 meses el consumo se queda por debajo de los 15 millones de toneladas.
Este sector industrial sufre el enfriamiento de la construcción en el mercado doméstico y también el de las exportaciones. Las de septiembre descendieron un 5,4%, lo que deja la caída acumulada en este 2022 en el 19,4%. El cemento vendido al exterior tiene un peso de 4,2 millones de toneladas entre enero y septiembre, un millón menos que en los tres primeros trimestres del año pasado.
El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, ha recordado esta mañana que en los peores años de la anterior crisis de la construcción las cementeras rozaron los 10 millones de toneladas exportadas por ejercicio, lo que contrasta con los poco menos de seis millones que se contabilizan en el año móvil.
El aumento de costes, principalmente el energético, tiene atenazado a un sector que ve cómo crecen las importaciones de cemento. Según la patronal, el material que viene de fuera crece un 45% en los últimos 12 meses. “Asistimos con preocupación a la evolución de este parámetro porque indica que la pérdida de competitividad no está afectando ya solo a nuestra actividad exterior sino también al mercado doméstico”, apunta Zaragoza.
Entre octubre del año pasado y septiembre de este, España ha importado 1,6 millones de toneladas, de los que un millón corresponden al clínker, producto base del cemento en cuya producción son críticos los costes energéticos. Mucho de ese material viene de Argelia o Egipto, con plantas con costes mucho más bajos que las españolas.