Pasos para traspasar un negocio
Se deberá acudir al ayuntamiento y solicitar el cambio de titularidad de la licencia
El traspaso de un negocio es una de las opciones que tiene el emprendedor cuando desea iniciar una actividad empresarial. El traspaso es la cesión del contrato de arrendamiento de un local en el que se ejerce una actividad a cambio de un precio.
Para realizar un traspaso se debe acudir al ayuntamiento y solicitar el cambio de titularidad de la licencia. La solicitud de cambio de titularidad debe ir acompañada de una fotocopia del DNI del nuevo titular y de su representante.
En caso de que el nuevo titular del local sea una sociedad, deberá aportarse una fotocopia de la escritura de constitución, así como de los poderes de quién firma. Mientras que si solicita el traspaso una comunidad de bienes, se aportará el contrato constitutivo de la comunidad.
En caso de que se alquile un local, desde Asepyme recuerdan que se debe efectuar un depósito de la fianza. Una de las opciones que existen a la hora de traspasar un negocio es que en el documento de cesión del contrato que se firma entre el inquilino saliente y el inquilino entrante que se subroga en el contrato de arrendamiento debe pactarse que el entrante le abona al saliente el importe de la fianza que entregó en su día. Cuando se finalice el contrato, el importe de la finanza le será devuelto.
IVA e IRPF
Cuando se traspasa un negocio la cesión del traspaso no estará sujeta ni al IVA ni al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
Por su parte, la tributación del IRPF diferirá ya se sea propietario o arrendatario. El propietario tendrá que declarar las cantidades que perciba por su participación como rendimientos íntegros del capital inmobiliario. Mientras que el arrendatario deberá declarar los derechos de arrendamiento como ganancia patrimonial. Si lo percibe en concepto de subarrendamiento lo declarará como rendimientos del capital mobiliario.
Por último, cuando se debe valorar un traspaso hay que tener en cuenta tanto los elementos físicos como el mobiliario, los equipos o la maquinaria; el capital humano, aspectos legales como el contrato de arrendamiento, los elementos tecnológicos o la situación financiera de la empresa, entre otras cuestiones.
