Sacyr pone en venta el 49% del capital de sus negocios de Servicios y Agua
Busca hacer caja para recortar la deuda corporativa y mantener su apuesta por el negocio concesional
El consejo de administración de Sacyr se ha decidido a lanzar un plan de venta de activos con el que reducir la deuda corporativa y seguir invirtiendo en su negocio central, el de las concesiones de transporte.
Ambos objetivos son pilares del plan estratégico 2021-2025, para lo que el grupo se dispone a ceder parte del capital de otros dos negocios con solera: hasta un 49% de la división de Servicios, encabezada por la filial Valoriza, y de otro tanto en la filial de actividades relacionadas con el agua.
La firma de infraestructuras ha anunciado su programa de desinversiones al cierre del mercado a través de un comunicado enviado a la CNMV. La empresa que lidera Manuel Manrique ha especificado que los fondos obtenidos con el traspaso de parte del capital de Servicios “se destinarán a reducir la deuda con recurso”. Sacyr mantendría la mayoría.
En el caso de su actividad en la gestión del ciclo del agua, la empresa precisa un socio inversor “para impulsar el crecimiento en este sector, en el que hay importantes oportunidades de expansión durante los próximos años”.
Una tercera acción será la de mantener la habitual política de rotación de activos concesionales no estratégicos y participaciones minoritarias. Además de hacer hucha, Sacyr lograría “equilibrar geográficamente la cartera de activos”.
Este programa de ventas, según los planes internos, debería culminar a lo largo de 2023. Con ello se adelantaría en dos años el reto de reducción a cero de la deuda con recurso. En el plano de los ingresos, el plan estratégico impone superar los 5.500 millones en 2025, cuando todo apunta a que Sacyr sobrepasará los 5.000 millones ya este año. En cuanto al ebitda, en el primer semestre ya se logró que el 85% tuviera su procedencia de los negocios concesionales.
El objetivo de Sacyr, apunta en un comunicado, es tener una cartera balanceada, con un 33% del negocio en América Latina, otro 33%, en Europa y el 33% restante, en mercados de habla inglesa.
La estrategia se asemeja más a la de FCC que a la de Ferrovial o ACS. Estas dos últimas han salido recientemente de los servicios ambientales y servicios industriales, respectivamente. Sacyr, como hizo FCC con la venta del 49% de Aqualia a IFM, se queda con mayoría en negocios que han demostrado resistencia a las crisis.
Más flexibilidad y menos lastre
Antes de explorar la venta parcial de negocios y de activos, Sacyr tomó aire el pasado mes de julio con la reestructuración de parte de la deuda corporativa. Un grupo de 14 bancos liderados por Santander y Société Générale refinanciaron 355 millones de crédito que Sacyr firmó para cubrirse ante el posible impacto de la pandemia en su actividad.
Un primer tramo de préstamo, de 280 millones, alargó su vencimiento hasta los cinco años, mientras que los 75 millones restantes, en una línea de liquidez, tienen tres años por delante y posibilidad de una prórroga por otros dos años.
Del pasado verano también es la salida total del capital de Repsol con la venta de un último paquete del 2,9% en la petrolera. Esa operación supuso un tjeretazo de 563 millones a la deuda asociada a la participación.
De los negocios puestos en el escaparate, Sacyr Servicios se divide en Medioambiente y Multiservicios. La primera trabaja en reciclaje de residuos, limpieza viaria, movilidad o infraestructura urbana. Facturó 507 millones en 2021 y su ebitda fue de 72 millones. La segunda abarca Sacyr Conservación (mantenimiento de infraestructuras), Sacyr Facilities (gestión de edificios), Sacyr Social (dependencia) y Cafestore (restauración). Ingresó 507 millones, para un ebitda de 30.
Y Sacyr Agua está presente en todo el ciclo integral del agua en países como España, Australia, Chile, Argelia y Omán.