Calviño fija el PIB del próximo año en el 2,1% frente al 2,7% estimado en julio
El Gobierno eleva una décima hasta el 4,4% su previsión de crecimiento para el presente ejercicio pero recortará seis décimas, al 2,1%, sus estimaciones para 2023.
El Gobierno tiene previsto aprobar hoy en Consejo de Ministros los Presupuestos del Estado para 2023 una vez que se han limado asperezas con Unidas Podemos. Sin embargo estas cuentas que se remitirán al Congreso en los próximos días tendrán un marco macroeconómico algo diferente al estimado cuando se aprobó en julio el techo de gasto. Ayer en la entrada a la reunión del Eurogrupo la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, anticipó que el Gobierno prevé elevar su previsión de crecimiento económico para este año desde el 4,3% al 4,4%, pero recortará seis décimas, al 2,1%, sus estimaciones para el producto interior bruto (PIB) de 2023. “Vemos una fuerte actividad y creación de empleo, también en los ingresos fiscales, por lo que todo indica que la economía española, hasta septiembre, sigue creciendo con bastante fuerza”, señaló Calviño.
A finales de julio el Gobierno mantuvo su previsión de crecimiento de la economía española en el 4,3% para este año, pero ya recortó ocho décimas su estimación para 2023, hasta el 2,7%, en un contexto de elevada incertidumbre por el impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios, especialmente los de la energía.
La mayoría de organismos nacionales e internacionales están revisando a la baja sus previsiones de España para 2023 y sitúan el crecimiento en el entorno del 2%. De hecho, mañana miércoles el Banco de España va a proceder a revisar sus estimaciones económicas para la economía española y todo apunta hacia un empeoramiento. BBVA ya adelantó que se entrará en recesión en el último trimestre de este ejercicio y el primero de 2023. Según estimaciones del Banco Mundial las posibilidades de una recesión global se dispararán de un 9% al 71%, si EE UU entra en un franco deterioro de su crecimiento económico. Todo indica que la locomotora europea, Alemania, entrará en recesión a principios de 2023, lo que será determinante para el conjunto de las grandes economías europeas.
Tras la presentación la semana pasada de las medidas fiscales que acompañarán a los Presupuestos y el acuerdo oficializado ayer entre sindicatos y Hacienda de cara al aumento salarial de los funcionarios, hoy se dará luz verde a las cuentas del Estado del próximo año.
Otro de los escollos de la negociación reside en el destino de la partida del gasto dirigido a defensa, con el objetivo de alcanzar a medio plazo que esta partida alcance el 2% del PIB, tal y como se comprometió el presidente del Gobierno en la pasada cumbre de la OTAN y que ha venido chocando con la postura de Podemos.
Otro importante incremento de la partida de gasto vendrá por la vía de las pensiones. El compromiso adquirido por el Gobierno sería su actualización en función de la inflación, empleándose como habitualmente la tasa interanual registrada en noviembre, que según los analista podría oscilar entre el 7% y el 9%, lo que podría engrosar la factura por esta vía en torno a los 15.000 millones de euros. Todo ello además, en un marco en el que siguen suspendidas las reglas de límite de déficit y deuda.