Inmobiliaria Colonial se pone la boina francesa
La socimi inaugura su gran proyecto Biome en París. Invierte más de 1.136 millones en compras y obras y otros 1.000 millones en SFL
A Inmobiliaria Colonial le gusta París. La capital francesa ya es su primer negocio y lo será más en los próximos meses gracias a las compras, proyectos de rehabilitación y entregas previstas por la histórica compañía catalana. La reciente opa por el capital de su filial gala SFL que no controlaba, además, tendrá un impacto directo en los resultados para la matriz. El último gran proyecto entregado es su icónico edifico Biome, inaugurado este jueves y al que Cinco Días acudió por invitación de la empresa.
La inmobiliaria presidida por Juan José Brugera ha apostado con 1.136 millones en compras y proyectos de rehabilitación, sin sumar el desembolso por el capital de SFL y otros programas de renovaciones recientes en cuatro edificios parisinos.
Su proyecto más reciente es Biome, en el que la inmobiliaria ha invertido 283 millones en su adquisición y en la reforma recién acabada. La socimi entrega ahora el inmueble ubicado al Oeste de la capital a sus dos inquilinos, 15.000 m² para la Banque Postale y otros 5.600 para la financiera SFIL.
Otro de los proyectos recién entregados es el de 83 Marceau, en el que invirtió 154 millones en adquirirlo y en la reforma, donde su principal cliente es la hospitalaria Générale de Santé. El tercer gran proyecto, emblemático por su ubicación, es el llamado Louvre Saint-Honoré, en la plaza de Palais-Royal. Este enorme inmueble, de 47.700 m², será entregado al acabar su rehabilitación en 2024 y en su parte inferior albergará un museo diseñado por el arquitecto Jean Nouvel para la Fundación Cartier.
Además, en el primer semestre, Colonial sumó en París uno los mayores edificios de oficinas de la ciudad, pagando 484 millones por adquirir a Predica la sede de Amundi.
A esa apuesta por nuevos inmuebles hay que añadir reformas en los edificios de 83 Marceau, sede de Goldman Sachs en Francia; en Cezanne Saint-Honoré con inquilinos como el fondo Apax; el 103 de Grenelle o el de Charles de Gaulle 176. En total, incluyendo Madrid y Barcelona, Colonial destina otros 100 millones a este programa de renovaciones.
Más negocio en París
Colonial desembarcó a través de SFL en 2004 en París, en una decisión encabezada por Brugera en la etapa de La Caixa como accionista. Para el presidente de la inmobiliaria, “esta operación marcó un antes y un después en la historia de Colonial y ofreció a la compañía la posibilidad de dar un salto cuantitativo y cualitativo sin precedentes”. En el mercado francés, la firma ya cuenta con 18 inmuebles –16 operativos más Biome y Louvre Saint-Honoré–.
Colonial ha insistido en los últimos tiempos en que su interés creciente por París se debe a la estabilidad de ese mercado de oficinas. La estrategia de la socimi es invertir siempre en buenos inmuebles en zonas prime de Madrid, Barcelona y la capital francesa.
Pere Viñolas, consejero delegado de la socimi, recuerda que París es el principal polo de oficinas europeo. “Es un mercado muy resiliente a las coyunturas negativas”, afirma. “A día de hoy, estamos especialmente satisfechos con la apuesta por París”, añade, en unas palabras en un encuentro con la prensa en la inauguración de Biome. Igualmente, asevera que está muy contento con el actual mix de propiedades entre España y Francia. “París significa solidez”.
Las inversiones en París y la mejora en los contratos de esos clientes en Francia ya comienzan a dar resultados. La cartera de la socimi en la capital gala está tasada en 7.606 millones a junio, un importe un 8% superior interanual, y supone el 58% de su portfolio completo, valorado en 13.334 millones (la mayor tasación de una socimi, por delante de Merlin).
En rentas por alquileres, París ya es el mayor negocio de Colonial. En el primer semestre, esos ingresos supusieron 98 millones (un incremento del 14% interanual) de los 170 millones facturados, por lo que ese mercado francés ya supone el 57% de las ventas.
A las renovaciones, compras y aperturas, hay que destacar el movimiento corporativo para adquirir el capital restante de su filial SFL, de la que ya controla el 98,3% del capital, en una operación valorada en 1.000 millones por la que se hizo con la participación de Crédit Agricole.
Entre los inquilinos franceses de Colonial también se encuentran empresas como Facebook (en otro de sus icónicos proyectos, el edificio Cloud), Huawei, Netflix, Klepierre, Prologis, WeWork, Balenciaga, MacKinsey, Zara o Generali.
De momento, Viñolas asegura que Colonial no tiene previsto ninguna otra gran compra en la ciudad, ya que la empresa busca proyectos interesantes independientemente de si es en esta ciudad, Madrid o Barcelona. Lo que sí reconoce es que el gran tamaño de los edificios de París permiten realizar proyectos de rehabilitaciones más emblemáticos, porque también la subida de rentas a los inquilinos tras la reforma compensan la inversión.
Una calle privada en la ciudad
Uno de los activos recién reformados por SFL es el de Cezanne Saint-Honoré, en la calle de las casas de alta costura. Allí, la inmobiliaria ha conseguido firmar un contrato con un inquilino por 950 euros por m2 al año, por encima de la media de la renta prime de la ciudad, que actualmente se sitúa en los 940 euros.
Este activo se compone de dos edificios de oficinas, cerca del bulevar Haussmann, con locales comerciales a pie de calle e impresionantes terrazas a los tejados parisinos.
Como curiosidad, la calle Cezanne, perpendicular a Saint-Honoré, es privada, peatonalizada y pertenece a la inmobiliaria española.
Una estrategia poco valorada por los inversores
La estrategia de Colonial de ir creciendo en el mercado defensivo francés, de momento, no es suficientemente bien acogida por los inversores. En lo que va de año, la acción de la socimi se ha dejado alrededor de un 43% (su rival Merlin cae un 21% en el mismo periodo), lo que deja la compañía en una capitalización de 2.557 millones, mucho menos de lo que están tasados sus inmuebles. Por ejemplo, solo los inmuebles franceses valen tres veces más que la capitalización bursátil.
Otra forma de medirlo es respecto al valor neto de los activos (descontando la deuda), que se sitúa en 6.742 millones, por lo que actualmente está cotizando más de un 60% por debajo de esa cifra. Es decir, que para un comprador sería mucho más barato lanzar una opa por la inmobiliaria que comprar sus activos.
“Tenemos más activos en París que en España. Pero se nos sigue viendo como empresa española”, asegura Viñolas, lo que puede significar un mayor castigo en épocas de turbulencias bursátiles. El CEO asevera que ahora todas las inmobiliarias están castigadas, en parte por la subida de tipos de interés, ya que los inversores están anticipando una recesión en Europa.
Entre los accionistas de referencia de Colonial se encuentran Qatar Investment Authority (19%); la sociedad mexicana Finacces (14,8%); la familia colombiana Santo Domingo (5,7%), y la perfumera Puig (5,4%).