ESMA pide poderes a Bruselas para paralizar la negociación de las materias primas
Las herramientas actuales son nacionales y urge una comunitaria
La crisis energética derivada de la guerra rusa en Ucrania ha forzado a la Comisión Europea a poner en marcha un paquete de medidas entre las que hay algunas iniciativas para frenar el exceso de volatilidad del mercado de materias primas que, más allá de disparar la inflación, ha provocado problemas de liquidez en los operadores energéticos. Estos han tenido que acudir en masa a solicitar avales o rescates como el de Uniper, el mayor operador de gas alemán, que ha pasado en un 99% a manos del ejecutivo germano.
La Comisión Europea urgió el pasado 13 de septiembre al supervisor del mercado europeo, la ESMA, a investigar por qué los mercados de energía no han aplicado los sistemas de estabilización de precios que exige la normativa vigente, Mifid 2, y este ha respondido a Bruselas reconociendo que las suspensiones en la negociación de los mercados energéticos han sido hasta ahora "muy bajas" y reclamando una herramienta de carácter temporal y exclusivamente para los mercados de derivados energéticos para interrumpir su negociación cuando sea preciso por la elevada volatilidad.
Esta herramienta temporal complementaría las medidas ya vigentes. Según recordó la Comisión a mediados de septiembre, la normativa Mifid 2 contempla que los sistemas de negociación sean "capaces de detener o restringir temporalmente la negociación si se produce un movimiento significativo de los precios de un instrumento financiero en ese mercado o en un mercado conexo durante un breve período". Sin embargo, ninguno de estos sistemas de estabilización (circuit breakers, en inglés) han sido activados hasta ahora.
ESMA pide que los parámetros de esta nueva medida sean a nivel europeo y que permita activar paradas de negociación "durante un periodo de tiempo limitado y en circunstancias excepcionales, por ejemplo, en en caso de picos extremos de volatilidad que puedan dar lugar a condiciones de negociación desordenadas". Los mecanismos hasta ahora existentes son distintos en cada mercado, si bien son comunes a todas las Bolsas del mundo, y van desde la prohibición de que los valores suban o bajen más de un determinado porcentaje y a inhibir la formación de precios por un tiempo hasta que oferta y demanda se aproximan, como es el caso español.
El supervisor del mercado europeo reconoce positiva la decisión de la Comisión para elevar de 1.000 a 4.000 millones el umbral a partir del cual los operadores no financieros en estos mercados deben actuar con una cámara de contrapartida central.
ESMA considera preciso que cualquier medida a adoptar finalmente sea evaluada cuidadosamente para evitar transferir el riesgo del sector energético al sector financiero. Sobre las medidas planteadas por la Comisión, entre las que está permitir que se amplíen los instrumentos a utilizar como colateral a la hora de aportar garantías en los mercados, el hermano mayor de la CNMV considera que los bonos europeos ya son aceptables, se muestra a favor de aceptar los avales bancarios que cuenten con el respaldo gubernamental pero muestra sus dudas a la hora de aceptar garantías bancarias no colateralizadas por el impacto que puedan tener en la estabilidad financiera y las incertidumbres sobre su utilización. De ahí que afirma que solo deberían considerarse si están sujetas a varias condiciones entre las que está que su uso sea algo temporal y que los bancos limiten el riesgo de concentración.