El activista Xavier Niel es una bendición a medias para Vodafone
Su entrada puede favorecer la disgregación que quieren otros accionistas, pero también una venta demasiado barata de la filial italiana
Xavier Niel no es un activista cualquiera. El magnate francés de las telecomunicaciones comunicó el miércoles una participación del 2,5% en el operador de telefonía Vodafone, valorado en 34.000 millones de euros, e instó al consejero delegado, Nick Read, a acelerar sus esfuerzos para deshacerse de los negocios periféricos. El riesgo para los compañeros accionistas de Niel es que puede estar más interesado en hacerse con los activos italianos de la compañía a bajo precio.
El fundador y propietario mayoritario de la operadora Iliad, que está valorada en 8.000 millones de euros según Forbes, no es ajeno al activismo. En 2020 ayudó a bloquear una controvertida emisión de derechos en el propietario del centro comercial Unibail-Rodamco-Westfield. Su participación en Vodafone debería, por tanto, ser bien recibida por el activista Cevian Capital y otros accionistas que están a favor de una disgregación de la compañía con sede en Londres.
Bajo el liderazgo de Read desde octubre de 2018, las acciones de Vodafone han ido a la zaga del índice Stoxx Europe 600 Telecoms y de grandes rivales como Orange y Deutsche Telekom. Uno de los pocos pares que se ha comportado peor, la británica BT, también ha recogido un potencial activista en el multimillonario francés Patrick Drahi.
Durante años, los inversores han valorado el extenso conjunto de activos de Vodafone por debajo de la suma de sus partes, que es de 110.000 millones de euros, incluyendo la deuda y los pasivos del espectro móvil, según JP Morgan. Esto implica que el patrimonio de Vodafone debería de valer 56.000 millones de euros, aproximadamente un 60% más que su capitalización bursátil.
Read podría desbloquear parte de ese valor mediante la venta de una participación de 8.000 millones en la empresa sudafricana Vodacom. La venta de su participación de 11.000 millones en Vantage Towers también ayudaría. El siguiente paso sería fusionar o vender algunas de las unidades de móviles europeas, como las de España y Gran Bretaña.
El único obstáculo es la unidad italiana de Read, que Iliad, de Niel, intentó comprar recientemente por 11.000 millones; pero Read le dijo que la oferta era demasiado baja. Una combinación tiene sentido para ayudar a reducir los costes y aliviar la competencia, pero Niel puede querer un acuerdo más que otros accionistas de Vodafone.
La nueva participación del magnate en el grupo británico está valorada en casi 900 millones, mientras que el capital de Iliad valía más de 10.000 millones cuando lo sacó de Bolsa el año pasado. De ello se deduce que una venta a precio reducido de Vodafone Italia podría seguir beneficiándole, a costa de otros inversores. El nuevo activista del grupo de telecomunicaciones podría ser una bendición a medias.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías