El G7 acuerda topar el crudo ruso para diezmar los ingresos de Moscú
Rusia ingresó 94.870 millones de euros de sus exportaciones de petróleo y gas solo a la Unión Europea, entre marzo y julio
Occidente recrudece su desafío al Gobierno de Vladímir Putin. Las siete economías más grandes del mundo han llegado a un acuerdo para instaurar una limitación de precios al petróleo ruso y otros productos derivados, en un intento por rebajar la presión en el mercado energético y diezmar los ingresos del Kremlin. La estrategia desoye las amenazas de Moscú, que ha advertido en los últimos días de que cortará el suministro del gas a Europa si Bruselas decide seguir adelante con la limitación de los precios de la energía.
La decisión ha sido confirmada este viernes en el comunicado publicado por el G7 —integrado por EE UU, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Canadá y Japón— al término de la reunión de ministros de Finanzas, un hito en la estrategia de Occidente para independizarse del petróleo ruso. La intención de los siete con este plan es limitar los ingresos que Moscú lleva acumulando desde el inicio de la guerra en Ucrania, reducir la factura energética de la Unión Europea y ayudar a controlar la inflación, al tiempo que busca evitar una gran perturbación del mercado mundial del petróleo.
Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía, entre marzo y julio, Rusia ingresó 95.000 millones de dólares (94.870 millones de euros) de sus exportaciones de petróleo y gas solo a la Unión Europea, casi el doble que en años anteriores.
La limitación de precios se realizará de forma efectiva mediante una prohibición generalizada de prestar servicios que permitan el transporte marítimo de estos productos de origen ruso. Únicamente se permitirá proveer servicios de transporte si el petróleo y los derivados se compran a un precio igual o menor al fijado por la coalición, que no ha sido detallado en el comunicado.
Solo han señalado que la cifra se decidirá con arreglo a un abanico de detalles técnicos y que deberá ser determinada por la amplia coalición de países que se adhieran al precio tope y lo implementen. "El límite de precios se comunicará públicamente de una forma clara y transparente", ha indicado el G7. Además, han matizado que estos precios se revisarán en caso de ser necesario.
Queda por confirmar cuán efectivo sería este control de precios a las energías rusas. Para que la medida pueda impactar en las cuentas del Kremlin, necesitaría el respaldo de otros grandes clientes de Moscú como India o China, que han comprado más petróleo ruso en los últimos cuatro meses, tras reducir la UE sus importaciones.
"Buscamos establecer una amplia coalición para maximizar su efectividad e instamos a todos los países que todavía busquen importar petróleo ruso a que se comprometan a hacerlo a precios iguales o inferiores al del límite", recoge el comunicado del G7.
Por su parte, Alemania, Francia e Italia trasladarán la medida al resto de países miembros de la Unión Europea, para que sea incluida en la sexta ronda de sanciones contra Rusia, que ya contempla la prohibición de la compra de petróleo ruso a partir del 5 de diciembre. Pero este acuerdo puede encontrar oposición en Gobiernos del bloque comunitario como el de Hungría, que ha ido por libre en su relación con Moscú para evitar un corte drástico del suministro energético ruso, experimentado por otros países como Alemania, Francia y Bulgaria.
En respuesta a la intención del G7, el vice primer ministro de Rusia, Alexander Novak, avisó este jueves de que Rusia no exportaría petróleo a ningún país que se adhiera a esta limitación de precios, una advertencia que se hacerse efecto podría torcer la intención de Occidente y tener un efecto inflacionista en el mercado.
Antes de que se formalizara el acuerdo del G7, los precios del petróleo cayeron levemente por la desconfianza del mercado ante el impacto que pudiera tener el tope del petróleo. Aun así, el Brent se ha recuperado con el avance de la jornada y ha subido un 1,3%, hasta los 93 dólares por barril.