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Musk dinamita el club de los colegas tecnológicos por su cuenta y riesgo

El nuevo intento de invalidar el acuerdo con Twitter puede traer al jefe de Tesla problemas de financiación en el futuro

Hasta dónde están dispuestos a llegar Elon Musk y su adversario corporativo, Twitter, antes de alcanzar un consenso para cancelar su acuerdo? El jefe de Tesla ha recurrido a una denuncia en un nuevo esfuerzo por librarse de su acuerdo de 44.000 millones de dólares con la empresa de redes sociales. Esto complica las cosas para Twitter, pero Musk, al golpear a antiguos aliados de Silicon Valley con citaciones judiciales, está arriesgando más.

El lunes, los abogados de Musk enviaron a la red social una segunda carta de rescisión del acuerdo para incluir alegaciones de Peiter Mudge Zatko, exjefe de seguridad de Twitter. Acusa a su exempleador de deficiencias atroces en su defensa contra los hackers, entre otras cuestiones. Ahora está previsto que testifique ante el Congreso en septiembre. Incluso si el acuerdo de Musk no sale adelante, Twitter tiene más preguntas a las que responder.

Pero la manera en que Musk ha gestionado el acuerdo ha arrastrado a muchos de sus amigos en el negocio de la tecnología. Twitter ha enviado citaciones a los coinversores de Musk en la compra, incluido el fundador de Oracle, Larry Ellison, que es miembro del consejo de administración de Tesla, y la empresa de capital riesgo Sequoia, inversora en SpaceX, de Musk.

Incluso envió una citación a su amigo, el cofundador de Twitter, Jack Dorsey, que había hablado con el empresario de la posibilidad de privatizar la red social. Los bancos de Twitter, Goldman Sachs y JP Morgan, junto con la empresa de financiación de Musk, Morgan Stanley, también han recibido citaciones.

Musk podría necesitarlos más adelante. Su principal trabajo diario, la gestión de Tesla, depende de su capacidad de seguir adelante y de obtener financiación. La relación precio-beneficio estimada para Tesla en los próximos 12 meses es de 52, es decir, ocho veces más que otras empresas automovilísticas como Ford Motor y General Motors, según Refinitiv. Esto se debe en parte a la trayectoria de Tesla, pero Musk también quiere ampliar las ventas de Tesla a 20 millones de vehículos al año para 2030.

Eso supone unas 10 veces la capacidad prevista para finales de este año y la mayor ampliación proyectada jamás por un fabricante de automóviles intensivo en capital. El coste total podría ascender a 600.000 millones de dólares, incluyendo los materiales, según un análisis de Reuters.

Los amigos de Musk en Silicon Valley aún pueden apostar por una de sus nuevas empresas, o por una antigua. Pero si les preocupa que más tarde puedan recibir una citación judicial y un golpe a su propia reputación, quizá se lo piensen dos veces.

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