La visita al dentista nos saldrá más barata con la impresión 3D
El coste de elaboración de una sola férula dental podría reducirse a 4 euros con la técnica aditiva
Desde hace ya unos años el sector dental ha evolucionado gracias al desarrollo de la odontología digital. La fabricación de piezas dentales a través de la impresión 3D ha permitido a la industria dental abrazar el uso de las nuevas tecnologías y revitalizarse tras la dura crisis sanitaria. Pasada la pandemia, el 60% de las clínicas dentales españolas apuestan por las tecnologías digitales, según el estudio Flash Global Market de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
El uso de la impresión 3D en odontología muestra un crecimiento elevado en lo que va de año (35%). Las tecnologías 3D ofrecen a dentistas y pacientes una solución efectiva, rápida y duradera, pues algunas piezas tardan apenas 24 horas en fabricarse. Por otro lado, gracias al escaneo 3D de la cavidad bucal del paciente, este podrá ver los resultados del tratamiento a través de la realidad aumentada antes de tener las piezas en físico.
El reto para el sector es ser capaz de entregar productos a medida y exclusivos para cada paciente a unos precios más asequibles que los tratamientos tradicionales. Agustín García, director comercial de la distribuidora de impresoras 3D Sicnova, confirma que los costes de los tratamientos son menores con esta tecnología, ya que los tiempos de fabricación se reducen bastante. A manera de referencia, la impresión de una sola férula puede llegar a valer 4 euros, cuando solo el litro de resina, con el que pueden hacerse 40 o 50, cuesta 250 euros.
Sin embargo, Itamar Friedländer, ortodoncista de Barcelona, asegura que implementar estas tecnologías supone un aumento de precios para las clínicas, ya que las obliga planificar las intervenciones a través de un software 3D cuya licencia tienen que pagar. No obstante, cada vez más clínicas apuestan por el uso del escáner 3D, aunque siguen confiando en los laboratorios para darle forma a los productos, según comentan expertas de Tecnalia.
Con la realidad aumentada, el paciente verá su sonrisa nueva antes de tiempo
La ventaja de introducir estos sistemas reside en el ahorro de tiempo de fabricación de las prótesis, pues no es lo mismo esperar a que el laboratorio escanee la mandíbula del paciente y mande a imprimir el diente, lo que tardaría alrededor de cuatro semanas, a que sea la misma clínica la que se encargue de parte del proceso, teniendo así los resultados en dos días.
En cuanto a los materiales, la impresión 3D es una técnica aditiva, significa que se van solapando las capas de material de acuerdo con la necesidad del producto sin desperdiciar nada. El desafío aquí radica en adquirir un material biocompatible con el ser humano y que posibilite la impresión directa de piezas dentales tanto temporales como permanentes. Estas últimas son las más complicadas de realizar por la complejidad que conlleva crear de forma aditiva con metal piezas compatibles con la anatomía humana.
Entre los productos dentales más demandados para la impresión 3D se encuentran las férulas de descarga o los alineadores, los cuales son también los tratamientos más baratos, explica García. Los laboratorios pueden combinar la exploración oral con el diseño 3D, con el objetivo de crear de forma rápida y precisa coronas, puentes y modelos cerámicos. Con esto se reducen una gran cantidad de errores e imperfecciones, pues se tiene la posibilidad de probar la pieza antes de ser colocada definitivamente en la boca del cliente. Además, se pueden imprimir varios modelos distintos de la misma pieza hasta dar con la adecuada.
Equipos
Escáner. Con el escáner intraoral se puede obtener directamente la réplica digital de los dientes, mientras que con el facial se obtiene un réplica superficial de la cara del cliente. Estos datos se pueden intercambiar con las imágenes obtenidas mediante una tomografía computarizada. Estas técnicas ayudarán a planificar e integrar la estética dental y facial.
Diseño. Con este sistema se realiza la reconstrucción de modelos digitales de las distintas piezas dentales y demás productos partiendo de las medidas del paciente. A partir del modelo digital elaborado a imagen del cliente se diseñan a medida los productos requeridos con una alta precisión.
Impresoras. Empleadas para modelar en físico los diagnósticos del paciente, las más comunes en el sector dental son las impresoras de resina. Un material que, una vez impreso, no necesita un perfilado extra ni un posprocesado. Además, sirve para elaborar las guías quirúrgicas que ayudan al odontólogo a efectuar las correspondientes intervenciones.
Fresadora. Esta máquina se encarga de modelar el bloque de cerámica hasta alcanzar la forma del implante solicitado o del diente provisional. Proporciona una restauración dental, es decir, una réplica del diente con una gran precisión.