Talgo alega contra la multa de Renfe por los Avril y se avecina un dura negociación
El riesgo de la judicialización del contrato representa una amenaza para ambas empresas
El choque entre Renfe y Talgo por el retraso en el suministro de 30 trenes de alta velocidad está abocado a una difícil negociación, según fuentes conocedoras de los detalles, con la que las partes eviten un inoportuno pleito para ambas casas. El operador reclamó a finales de julio una compensación de 116 millones a su proveedor, que ha presentado alegaciones contra esa penalización aduciendo causas extraordinarias que han impedido cumplir con el calendario de entregas. Entre ellas figuran, según fuentes conocedoras del domumento, una serie de limitaciones de acceso a la red ferroviaria para probar los trenes, el cambio de diseño ordenado en 2019 por Renfe o el impacto de la pandemia.
A Renfe le urge tener operativo el material rodante en un marco de creciente competencia con Ouigo y la próxima entrante Iryo. La pugna saltará en 2023 del corredor Madrid-Barcelona al Madrid-Levante y, previsiblemente, al Madrid-Sur. "El peor escenario sería el de nuevos retrasos", se viene argumentando desde Renfe en las últimas semanas. Y Talgo defiende su imagen en el mercado, pero está necesitada de caja y busca evitar en lo posible una penalización millonaria.
La operadora pública ha cubierto la mitad de los pagos, conforme al contrato, pero sin recibir un solo tren
La compañía que preside Carlos Palacio ha dado un paso más desde la carta dirigida a primeros de mes al presidente de Renfe, Isaías Táboas, y ha presentado una justificación oficial de por qué se está dilatando el plazo comprometido. El hecho es que el cliente ha pagado ya alrededor del 50% del primer lote de 15 trenes y en su flota no ha entrado ni una sola de las unidades del Avril que formarán la serie S106.
Este material rodante está ya ensamblado. De hecho, una veintena de trenes duermen en el taller de La Sagra (Toledo) esperando el sello de la homologación. Renfe necesitaba su entrada en servicio este verano, y dice haberse quedado sin trenes suficientes para cubrir una demanda creciente y más diversificada en el mapa tras la apertura de nuevas líneas como es la del corredor a Galicia, la Madrid-Burgos o la que va hasta Orihuela (Alicante).
En próximos contactos la primera intención de la operadora pública es tener una fecha de entrega definitiva. Más allá de mejorar la oferta en nuevas rutas, en Renfe están viendo crecer la demanda de viajes en avión, por encima de las cifras de 2019, a destinos consolidados como Málaga, mientras sus servicios están condicionados por la necesidad de distribuir la flota por el país. De momento, se baraja mediados de enero de 2023 para recibir los trenes.
El último modelo de Talgo rueda en modo de test en Burgos, Zamora, o entre Ourense y Santiago (para probar el sistema de ancho variable). Además de los argumentos utilizados por Talgo, en el sector ferroviario se baraja la hipótesis de que una de las causas del problema esté en la ruptura de Talgo con ABB, a primeros de 2018, para el suministro de la tracción eléctrica del Avril. Tras ello, el encargo fue confiado a Ingeteam, con experiencia en el equipamiento de trenes de velocidad alta.
El material rodante está ya ensamblado y una veintena de trenes duermen en el taller de La Sagra (Toledo) esperando el sello de la homologación
El contrato con Ingeteam fue anunciado en junio del año pasado, pero la vasca llevaba meses trabajando. La relación entre ambas incluye el diseño del sistema y el suministro de 120 convertidores de tracción de alta potencia (2,4 MW), que se ubican a bordo de los trenes, los motores y transformadores de tracción para un total de 60 cabezas del Avril. El nuevo concepto, según defendió Ingeteam, mejoraba en términos de peso, espacio y eficiencia, pero suponía un cambio significativo sobre el material ofertado por Talgo.
Un pedido integral que incluye el mantenimiento
Dos tandas. Renfe confió a Talgo el pedido de 15 trenes de alta velocidad en noviembre de 2016, ampliando el encargo a un total de 30 unidades en junio de 2017. La mitad están equipados con ejes de ancho variable para poder circular por vía convencional y estándar, y el contrato contempla 30 años de mantenimiento, con diez de prórroga.
Calendario. La operadora ferroviaria esperaba recibir los primeros Talgo Avril en enero de 2021, fecha que fue ampliada ante las dificultades que afectaron a los procesos industriales por el azote de la pandemia. En el mejor de los casos, las entregas acumularán un retraso de unas 100 semanas.