Las exportaciones crecen. ¿Lo suficiente como para fomentar una recuperación?
En el primer trimestre del año las exportaciones crecieron un 24,8%.
Las exportaciones españolas de mercancías aumentaron un 24,8% durante el primer trimestre del año con respecto al mismo periodo del año anterior alcanzando los 190.919 millones de euros. Así lo reflejan los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, sin embargo, el valor no es suficiente para salir de la crisis.
Pese a las cifras, el Club de Exportadores e Inversores piensa que se debería apelar al dinamismo en las exportaciones para fomentar la recuperación económica. Según indican, es necesario seguir adaptándose a un entorno cambiante que está marcado por un contexto de especial incertidumbre en el que destaca la entrada en recesión de Estados Unidos.
De acuerdo con el Club de Exportadores e Inversores, pese a que el volumen de exportaciones se ha incrementado en un 6,6% el dato no es suficiente para compensar el creciente déficit comercial. En ese sentido, apuntan que el comercio internacional se ha visto afectado por la inestabilidad internacional provocada por la invasión de Rusia a Ucrania, los cortes en las cadenas de suministro, la escasez de gas o el incremento de la inflación.
Aumento de exportaciones regulares
El presidente del Club de Exportadores e Inversores, Antonio Bonet, recalca que “a pesar de que el contexto internacional se presenta muy adverso, al igual que en la crisis anterior, creemos que el sector exterior español puede actuar como motor de la recuperación económica”. En su opinión deberían acometerse infraestructuras que faciliten un aumento en el número de exportadores regulares.
Cabe recordar que en España hay 59.000 empresas que exportan regularmente y de éstas únicamente 25.000 venden al exterior más de 50.000 euros al año.
Los expertos reclaman la existencia de un entorno regulatorio estable en el que las políticas económicas que se lleven a cabo faciliten la competitividad internacional. Según Bonet, “es imprescindible que se acometan reformas estructurales que simplifiquen la burocracia y el entorno regulatorio, que faciliten el crecimiento de las pymes, y que el sistema educativo forme a nuestros jóvenes en las competencias y habilidades que necesitan las empresas”. En su opinión, la creación de nuevos tipos impositivos para sectores como el energético o la banca “supone aumentar la incertidumbre y desincentivar la inversión empresarial en un momento en el que lo que necesita el país es precisamente lo contrario”.