La guerra territorial en torno a las criptos abre la puerta al arbitraje
Puede que el gato al agua se lo lleve la Comisión de Futuros de Commodities, más moderada que la SEC
Las empresas de criptomonedas pueden dividir y conquistar los feudos regulatorios de Washington. La Reserva Federal de EE UU delimitó la semana pasada su territorio y pidió a los bancos que le notifiquen si ofrecen servicios para el bitcóin y similares. Otras agencias también están luchando por supervisar este mercado de un billón de dólares. La fragmentación supone una oportunidad para algunos participantes del sector, pero perjudica a los propietarios de tokens.
La medida del banco central tiene por objeto incluir más actividades de criptografía en su ámbito de actuación. Debido a normas borrosas o a prohibiciones absolutas, como la de que los bancos tradicionales negocien directamente con activos digitales, las entidades han ido con cautela a la hora de adentrarse demasiado en este salvaje mercado.
La carta de supervisión de la Reserva Federal da luz verde a los bancos para que vayan más allá, con límites de seguridad. Si cuentan con una gestión de riesgos y controles adecuados, parece que la Fed no se interpondrá en su camino.
La decisión va en contra de otras normas. Por ejemplo, un boletín de la Comisión de Bolsa y Valores, la SEC, de mayo decía que las empresas que guardan activos digitales de sus clientes deben registrar el riesgo en sus balances al valor razonable de mercado de la moneda. El edicto aumenta las cargas de capital regulatorio para los bancos, haciendo que los servicios de criptografía sean demasiado caros en muchos casos. Mientras que la Fed busca claridad en la orientación de la SEC, las entidades no bancarias pueden presionar a la agencia para que mantenga sus medidas.
Al mismo tiempo, la SEC está en su propia lucha por el territorio. En un caso de uso de información privilegiada presentado en julio, la agencia dirigida por Gary Gensler declaró que varios activos digitales eran valores. Gensler también ha sido el regulador estadounidense más enérgico a la hora de presentar casos de cumplimiento en torno a las criptos.
Sin embargo, ciertas propuestas del Congreso entregarían en gran medida la supervisión a la Comisión de Trading de Futuros de Commodities, la CFTC, de menor tamaño. La industria de las criptomonedas apoya esta idea. Ha triplicado su gasto en grupos de presión hasta alcanzar unos 9 millones de dólares el año pasado, según el grupo de defensa del consumidor Public Citizen. Se considera que la CFTC es más moderada que la SEC, que está dirigida por un exbanquero de Goldman Sachs.
La falta de una regulación federal general perjudica a los propietarios de activos digitales. El valor total de las criptomonedas se ha reducido a más de la mitad desde que alcanzó la marca de 3 billones de dólares el pasado noviembre. Three Arrows Capital, Voyager Digital y Celsius Network son algunas de las empresas de criptomonedas que se han declarado en quiebra en los últimos meses. Solo algunas podrán sacar provecho del arbitraje regulatorio.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías