‘Concierges’ de lujo para un verano sin preocupaciones
Estas empresas se ocupan de organizar todas las vacaciones de sus clientes Los servicios van desde alquilar un yate a reservar mesa en un sitio de moda
Quizá uno de los momentos más estresantes de las vacaciones llegue después de elegir el destino. Toca buscar alojamiento, trasladados, pensar en las actividades que se quieren hacer y reservarlas, mirar críticas de restaurantes para salir a cenar e intentar encontrar mesa. Al final, son horas delante del ordenador o con el móvil en la mano hasta tenerlo todo cerrado, si no sucede un imprevisto. Sin embargo, esa tarea, como casi todas a día de hoy, se puede dejar en manos de otras personas. Es el servicio que ofrecen las empresas de concierge. Eso sí, por una cantidad de dinero no asumible para todos los bolsillos.
Román Fortunato comenzó en 2003, “de forma un poco amateur” en Ibiza. Al principio, consistía en recomendaciones para amigos o amigos de amigos, pero se dio cuenta de que cada vez había más demanda por un cambio en el tipo de turismo que llegaba a la isla, que quería villas de lujo y facilidades durante su estancia. Así que comenzó a poner una tarifa a sus servicios y ahora dirige una empresa en la que atiende, además de a personas anónimas, a cantantes, futbolistas y estrellas de Hollywood. El tipo de cliente que contrata este servicio tiene, obviamente, un nivel adquisitivo alto y varía un poco en función del lugar de veraneo, aunque en todos es mayoritariamente extranjero.
Mientras a la isla pitiusa llegan aquellos que buscan una combinación de relax con reservas en los sitios de moda, la vecina Menorca es más escogida por familias que buscan tranquilidad. “Principalmente, provienen de Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y América Latina. Pertenecen al mundo de la economía y recurren a este servicio porque en su día a día están acostumbrados a tener un asistente personal, que es con quien solemos tratar siempre hasta que el cliente llega”, explican Sandra Roters y Natalia Wilmanski, que hace dos años fundaron Islanders en la isla menorquina.
En la Costa del Sol, por su parte, los clientes de Marbella in style se dividen, casi al 50%, entre familias y grupos de amigos. Sobre todo, a partir de los 40 años, que quieren privacidad para pasar unos días reunidos y que llegan, principalmente, de Reino Unido y los países nórdicos, según Lana Drugova, una de las empleadas de la empresa.
En lo que todas las compañías consultadas coinciden es en los servicios más demandados. El top lo ocupan el arrendamiento de alojamientos de lujo, con cocinero y personal de limpieza incluido, los traslados o contratación de chófer y, en el caso de las islas, el alquiler de embarcaciones. “A raíz de la pandemia hemos notado un aumento del turismo de aventura, de estilo de vida saludable. Nos piden hacer actividades como kayak, paddle surf o senderismo”, cuenta Román Fortunato, ante de asegurar que este año su empresa ha tenido el mejor mayo desde que comenzó, ya que “los clientes han preferido evitar las masificaciones de la isla en agosto y la temporada ha empezado antes”. Las fundadoras de Islander también han notado que cada vez se alargan más las fechas, ya que desde inicios de junio hasta final de septiembre no tienen un hueco libre.
A la hora de señalar qué es lo más importante en la relación con las personas que confían en ellos para organizar sus vacaciones, una de las claves que repiten las tres empresas es la disponibilidad y tardar el menor tiempo posible en responder a los mensajes y peticiones. “El cliente se siente muy cómodo cuando ve que nos escribe y, al acto, a no ser que sea por la noche, contestamos. Y si no podemos atender su petición en ese momento, le contestamos igual y en cuestión de horas se resuelve. Ver que no está abandonado es muy importante para gente que viene de lejos, que no conoce la isla y mueves una cantidad de dinero elevada que te obliga a demostrar una profesionalidad”, señalan Roters y Wilmanski.
Unas cifras de las que las compañías prefieren no hablar, alegando que varían mucho dependiendo de los servicios contratados. “Puede ser desde 150 euros por un transfer desde el aeropuerto hasta 4.000 euros la noche por una villa con personal”, aclaran desde Marbella in style. Lo que todas recalcan es que lo que se llevan es un pago por sus servicios y no cobran comisiones de otras empresas, como de restaurantes o de alquiler de embarcaciones, por hacerles llegar más consumidores. “El cliente tiene que tener la confianza de que es el mejor plan que se le puede ofrecer y que está pagando un precio justo por ello”, sentencia Fortunato.