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Las cinco casas con más encanto de Menorca La isla entendió antes que nadie las ventajas del turismo sostenible. Está prohibido construir nada nuevo, así que el lujo huye de brillos y pone el foco en la escasez, un ejemplo son estas propiedades gestionadas por Engel & Völkers En Menorca la alta gama no tiene nada que ver con lo ostentoso, sino con poder disfrutar de un entorno privilegiado. Las casas en primera línea de mar son un bien escaso, pues la mayoría de las construcciones están en el interior, herencia de una época en la que la isla era frecuentemente asaltada por los piratas. Esto es lo que convierte a esta propiedad de cinco habitaciones en un verdadero lujo. Desde la puerta del jardín se accede directamente a unas rocas con plataformas donde poder sumergirse, pero si se prefiere la arena blanca, la playa está a 10 minutos de paseo. El pasado mes de febrero, el Gobierno de Baleares congeló la expedición de nuevas licencias turísticas, en línea con la apuesta de las islas por un turismo sostenible y de mayor calidad. Como consecuencia, las propiedades que ya cuentan con esta licencia están más cotizadas que nunca. Un ejemplo es esta moderna villa de cinco dormitorios en dos plantas, vistas espectaculares a la playa y el campo y 627 metros cuadrados de terreno. El salón conecta con una terraza con pérgola, lo que da la sensación de estar completamente en el exterior. Fue construida en 2010 y está lista para poderse alquilar. Preservar el entorno natural es indispensable para que una región siga manteniendo su atractivo turístico de manera sostenida en el tiempo. Algo que muchos empiezan a ver ahora, pero que Menorca lleva años practicando. Por eso, en el campo está prohibido alquilar y aumentar los metros construidos, incluso para reformar. Algo que no necesita esta finca señorial, que ya cuenta con casa de invitados, pabellón para la zona de la piscina y establos, además del edificio principal. En la isla está prohibida la nueva construcción para limitar la presión sobre el territorio y preservar el entorno natural, con lo que todos los esfuerzos se destinan a la rehabilitación de antiguas viviendas. Una importante apuesta por mejorar las propiedades existentes que da lugar a ambientes con mucho encanto, como esta casa construida inicialmente en 1800 y situada en el casco antiguo de Ciutadella. Cuenta con un patio interior y una azotea para disfrutar de las noches de verano. Esta propiedad, de 1850, fue originalmente construida para albergar la primera fábrica de fideos de la isla y fue una de las primeras viviendas de Ciutadella en incorporar luz eléctrica. Se encuentra detrás del mercado y cuenta con cinco dormitorios y cuatro baños distribuidos a lo largo y alto de sus 622 metros cuadrados. La planta baja incluye un restaurante con entrada independiente que dejó de funcionar durante la pandemia, con lo que el inmueble también es una oportunidad de negocio.