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El próximo encargo del reparto a domicilio es el software como servicio

Alquilar su tecnología a minoristas podría darles la rentabilidad que buscan, aunque no es seguro

Un repartidor de DoorDash, en Nueva York durante la pandemia.
Un repartidor de DoorDash, en Nueva York durante la pandemia.reuters

El azúcar es una solución rápida para equilibrar lo salado y lo amargo. Las empresas de reparto de comida a domicilio también están buscando formas de conciliar su necesidad de más clientes con la de beneficios para sus inversores. El ingrediente secreto podría ser la venta de su tecnología de entrega como servicio a minoristas.

DoorDash, Uber Technologies y el propietario de Grubhub, Just Eat Takeaway, se están adaptando rápidamente a la realidad pospandémica: cada vez hay menos clientes nuevos que piden comida a domicilio, justo cuando los inversores están más hambrientos de beneficios. Igualar la rápida expansión de los dos últimos años siempre iba a ser una tarea difícil. En el trimestre abril-junio, el crecimiento de los ingresos de DoorDash, de 28.000 millones de dólares y dirigida por Tony Xu, fue del 30% interanual, frente al 83% del mismo periodo del año anterior. Su margen de beneficio bruto se redujo al 43% desde el 53% de hace un año.

Reducir el gasto en marketing o en contrataciones es un paso hacia la rentabilidad. Encontrar nuevas fuentes de ingresos, por ejemplo, dejando que los restaurantes se anuncien en las plataformas, es otro. El jefe de Uber, Dara Khosrowshahi, espera multiplicar por siete los ingresos por publicidad en su división de reparto para 2024, hasta alcanzar los 1.000 millones de dólares.

Pero captar más clientes es crucial para reducir los costes por pedido y mejorar la eficiencia. Una opción es que empresas como DoorDash ofrezcan prestaciones de entrega rápida como servicio. Por una suscripción mensual, los supermercados u otros minoristas pueden utilizar los conocimientos para hacer un seguimiento de los precios y los conductores. Los proveedores de tecnología también pueden llevarse una parte del pedido. Más de 100 minoristas, entre ellos Apple y Walmart, ya tienen un acuerdo de este tipo con Uber; DoorDash está construyendo almacenes y proporcionando conductores para Loblaw, la mayor cadena de supermercados de Canadá.

Dado que la tecnología ya existe, el desvío debería de producir márgenes más jugosos. Los gigantes de la suscripción de software, desde Salesforce a SAP, tienen unos márgenes de beneficio bruto del 70%, frente al 40% de empresas de reparto como Deliveroo, respaldada por Amazon. Eso se traduce en una mayor valoración por parte de los inversores: de media, las firmas de software cotizan a casi 7 veces los ingresos de 2024. Si Uber, por ejemplo, pudiera generar el 5% de sus ingresos previstos para 2024 por medio de la subcontratación tecnológica, su línea superior crecería en más de 700 millones de dólares, según las estimaciones de los analistas recopiladas por Refinitiv. En un múltiplo de software, eso equivale a unos 5.000 millones en dinero de hoy, casi una décima parte del valor actual de Uber.

Ocado, que cotiza en la Bolsa de Londres, ofrece una nota de cautela. Lleva años subcontratando su tecnología de almacén robotizado, pero aún no ha obtenido beneficios operativos. Para que la salsa secreta dé el resultado deseado, los minoristas tendrán que tener más suerte con el modo de entrega.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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