El empleo echa el freno: 7.366 cotizantes menos y 3.230 parados más en julio
El Gobierno atribuye este peor dato en más de 20 años a que las contrataciones estivales se adelantaron a junio, cuyas cifras de ocupación fueron excepcionalmente buenas
Lo venían advirtiendo en los últimos días varios ministros del Gobierno. En la segunda mitad del mes de julio se observaba en las estadísticas cierta paralización en la contratación de trabajadores, y así ha sido. Los datos a cierre del mes pasado de afiliación a la Seguridad Social y paro registrado muestran un claro freno en el dinamismo que estaba teniendo el empleo en la recuperación de la pandemia, aparentemente ajeno al desbordamiento de los precios y a la crisis internacional generada por la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la actividad del mercado laboral ha experimentado ya cierta parálisis. En julio hubo 7.366 cotizantes a la Seguridad Social menos que en junio (medidos en términos medios y sin desestacionalizar), lo que supone una pérdida de afiliados desconocida en ese mes a lo largo de la serie histórica que data de 2002. Desde entonces, en todos los meses de julio el sistema ha visto incrementados sus trabajadores y nunca los había recortado, según las cifras facilitadas por la propia Seguridad Social.
Tampoco es habitual que se incremente el paro registrado en los meses de julio, la última vez que ocurrió eso fue en 2008 durante los inicios de la crisis financiera. Pero el mes pasado las listas del desempleo también se vieron incrementadas en 3.230 personas. Si bien, el aumento ha sido simbólico por lo que la cifra total de parados registrados se mantiene en su nivel más bajo también desde el verano de 2008, con un total de 2.883.812 desempleados inscritos.
El Gobierno, desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha atribuido este estancamiento en la creación de empleo a un adelantamiento a junio de la mayoría de las contrataciones para la campaña veraniega, ya que los datos de dicho mes fueron excepcionales. De hecho, en el departamento que dirige José Luis Escrivá, destacan que "el promedio de aumento de afiliación en estos junio y julio es de 43.026, en la línea de los crecimientos de estos dos meses de los años previos a la pandemia". Además, pese a esta leve caída del número de cotizantes, con el dato de afiliación conocido hoy se registran 625.000 afiliados más que antes de la crisis del Covid.
Es más, lo cierto es que en julio prácticamente todos los sectores de actividad han creado empleo, pero no el suficiente para contrarrestar una fuerte caída de los afiliados en el sector de la educación que perdió más de 115.000 cotizantes solo en el mes de julio. Así, la sanidad ganó 51.444 afiliados el mes pasado; el comercio, más de 39.000; la hostelería, 23.000; y la industria, 10.000 más. Hasta el sector financiero, que es el único que destruye empleo en términos interanuales sumó unos 1.000 afiliados en julio, pero el saldo final del sistema resultó negativo.
Dicho esto, en el Ejecutivo se aferran a los datos que mantienen el optimismo entre sus filas en materia laboral, como el de contratación indefinida, que a pesar de haber bajado tres puntos, se mantiene en el 41% de las nuevas contrataciones, multiplicando por cuatro la media de un mes de julio previo a la reforma laboral que entró en vigor en enero pasado.
Si bien, dado el abultado aumento de los contratos indefinidos --que mantienen un avance interanual del 314%--, por comparación con el mes anterior y debido a la elevada de estacionalidad del mes de julio, esta modalidad contractual también fue la que más cayó el mes pasado: un 12% menos que en junio frente a un descenso del 1,6% de los contratos temporales.