Viajar en tren será una experiencia digital
El sector se encamina a un menor consumo de energía y a ofrecer nuevos servicios para los clientes
Dentro de 10 o 15 años los viajes en tren serán muy parecidos pero a la vez muy diferentes a como son hoy en día. La esencia se mantendrá inamovible, sin trenes supersónicos o que funcionen con energía solar. “La ventaja que tiene el sector es que la mayoría de los ferrocarriles son eléctricos y son pocos los que funcionan con diésel”, ilustra José Conrado, subdirector de innovación estratégica de Adif.
Para el directivo, el siguiente gran avance pasa por la digitalización. “Con una fibra óptica en la vía del tren se podía detectar una piedra en el raíl o cualquier otro problema”, pone como ejemplo Conrado para tratar de explicar cómo serán los trenes inteligentes del futuro, capaces de funcionar de manera autónoma sin necesidad de un conductor. Pero los avances tecnológicos no se limitarán solo al ferrocarril, sino a toda la experiencia del viaje. “Cuando el pasajero llegue a la estación podrá mirar en su móvil cuántos taxis hay disponibles, si hay coches eléctricos para alquilar e incluso cuánta batería tienen”.
Los trenes hipersónicos solo se podrán aplicar a unas pocas rutas
Emilio García, director de innovación de Talgo, coincide en que la digitalización es fundamental. Una cuestión que también ayuda en la reducción del consumo de carburantes. “La necesidad de bajar las emisiones impulsa proyectos como el tren de hidrógeno verde (Vittal-One, de Talgo y Repsol), que mejorará la movilidad y a la vez reducirá la huella de carbono”, describe sobre una de las iniciativas más avanzadas.
“En esta misma línea, los trenes sustituirán elementos históricamente sagrados fabricados en acero o aluminio por piezas de fibra de carbono más ligeras”, anticipa García, para quien los costes representan el mayor desafío en la evolución del sector. “Es probable que suban los precios, pero la tecnología ofrece soluciones. Igual que con el precio de la luz, que es mayor a unas horas que a otras, pasará con los trenes”, pronostica Conrado.
Mensajes desde la estación
La Unión Europea ha destinado 1.236 millones de euros dentro del plan ERJU (Europe’s Rail Joint Undertaking) para proyectos de I+D+i que modernicen la red ferroviaria comunitaria.
El empleo de la tecnología de hidrógeno permitirá que el 35,8% de las vías no electrificadas de España puedan ser utilizadas por trenes no contaminantes.
El objetivo del Gobierno dentro del plan para 2030 es que haya al menos dos vías nacionales por las que solo circulen trenes que se muevan con hidrógeno verde.
Los más de 3.000 kilómetros de líneas de alta velocidad españolas son la segunda mayor red del mundo, por detrás de China pero a la cabeza dentro de Europa.
Japón es el país que más patentes tiene en la industria ferroviaria (casi 3.500) y España es el séptimo a nivel mundial (83) y el tercero dentro de la Unión Europea.