_
_
_
_
En colaboración conLa Ley
Universidades
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El derecho de los negocios internacionales, un reto para los jóvenes abogados

La inversión en formación de los candidatos con este tipo de perfil será una obligación para las empresas y firmas

Getty Images

La profunda transformación de las empresas españolas desde hace más de una década y su necesaria adaptación a un entorno de negocios más globalizado, ha potenciado la figura de los departamentos jurídicos internos o in house, pero también ha puesto de manifiesto la necesidad de nuevas habilidades y conocimientos en los letrados integrados en estos departamentos internos o en la firmas de abogados nacionales o internacionales que los acompañan, que determinan una cierta evolución del tradicional abogado de empresa.

El carácter generalista que siempre ha tenido el abogado interno de empresa, pero especialista en algún área concreta (derecho societario, derecho de contratos, derecho fiscal, derecho laboral), se torna de unos años a esta parte, debido a la internacionalización de las compañías españolas, más global, solicitándose a los nuevos integrantes de los departamentos legales in house y de las firmas nacionales o internacionales que acompañan a sus clientes en el proceso de internacionalización, un plus de conocimientos sobre contratación internacional, fiscalidad internacional, derecho comparado, derecho internacional privado, o derecho uniforme, fruto de la salida de las empresas al exterior y de la necesidad de trabajar con despachos externos en los países de destino.

En este ámbito, deviene esencial el dominio de materias como la normativa sobre inversiones extranjeras, de la práctica societaria con socios extranjeros (constitución de filiales, joint-ventures, pactos de socios), las reglas que rigen la práctica de la contratación internacional y la cobertura de los riesgos asociados a la misma, la planificación fiscal internacional o la gestión laboral de los equipos humanos expatriados a los países de destino, que habitualmente están excluidas de los planes de estudio de grados y másteres en nuestras universidades.

Por otro lado, la capacidad de estudiar y conocer el funcionamiento de nuevos sistemas legales, así como la estructura administrativa y de la organización de la justicia de otros países, requiere de abogados flexibles, con capacidad de adaptación y aprendizaje, con facilidad de interlocución con los letrados y despachos externos que apoyen la labor de la empresa en el país en cuestión, y que sean capaces de valorar la experiencia y el servicio que dichos abogados pueden prestar, en orden a realizar la elección del partner legal adecuado. En este sentido, el nuevo abogado in house, pero también los nuevos abogados de firma que acompañan a sus clientes en sus inversiones extranjeras, se convierten en una figura esencial a la que ahora se le añade el nada desdeñable componente cultural y de conocimiento del derecho de los negocios internacionales.

El papel de gestor de riesgos que siempre tiene el abogado se agrava también en el entorno internacional, ya que deberán seleccionar bien los despachos colaboradores, y trasladarles de forma adecuada la filosofía y forma de trabajo de la empresa y del departamento jurídico in house, haciéndoles conocer en todo momento la necesidad de advertir sobre los riesgos regulatorios o de negocio que puedan existir en el país en cuestión. Esta coordinación requerirá, sin duda, un mayor esfuerzo de tiempo y recursos, hasta generar la necesaria confianza y el idóneo reparto de funciones entre los departamentos in house o despachos nacionales y los despachos externos sitos en otros países.

Todo esto nos lleva a concluir que los departamentos jurídicos internos de empresas, y de la firmas nacionales o internacionales que los acompañen, precisarán de nuevos letrados, muy formados técnicamente, en materias más relacionadas con el ámbito internacional y el derecho de los negocios internacionales, capaces de trabajar y comunicarse en varios idiomas, y con predisposición a desplazarse y trabajar en otros entornos culturales.

La inversión en formación de los candidatos con este tipo de perfil será una obligación para las empresas y firmas que opten por tener en su seno abogados especialistas en acompañar a las empresas en sus inversiones en el extranjero, pero también deben ser conscientes los centros de formación públicos y privados, de la necesidad de formar perfiles especializados en derecho de los negocios internacionales, de acuerdo con la demanda de letrados existentes en nuestras empresas en constante proceso de internacionalización y que actúan, por fin, como operadores en un mercado global.

José Luis Luceño Oliva, director del Diploma de Especialización en Derecho de los Negocios Internacionales en Loyola Másteres.

Archivado En

_
_