Retrasar la jubilación, boda o mudanza: la inflación altera los planes del 40% de españoles
Siete de cada diez personas reconoce malas perspectivas económicas para el país, según un informe de Kantar
El descontrol del IPC se come el poder adquisitivo de los hogares y altera los estilos de vida. Cuatro de cada diez españoles han retrasado sus proyectos vitales debido al aumento de la inflación y la guerra en Ucrania. El 17% ha pospuesto su mudanza, el 14% sus planes de jubilación y el 7% su proyecto para formar una familia. Esta es una de las conclusiones del informe Global Issues Barometer, presentado este martes por la consultora Kantar.
Siete de cada diez consumidores percibe malas perspectivas económicas para España debido a la invasión rusa, la crisis energética y, sobre todo, la creciente inflación. El 90% de los encuestados nota un aumento en los precios y el 68% cree que se trata de un repunte importante. Aunque la mayoría puede hacer frente a los gastos cotidianos, cuatro de cada diez personas han hecho recortes en lo que consumen de manera general y el 32% ha abandonado por completo alguna actividad que hacían de manera recurrente. En una escala mucho más pequeña, hay quienes han empezado a tirar de ahorros (17%) y otro tanto (26%) que ha reducido la suma que guarda mes a mes en la hucha.
Una tercera parte de los consumidores ha modificado comportamientos que implican un respiro para la cartera, como por ejemplo, hacer menos kilómetros con el coche y ahorrar en el gasto en gasolineras. En un escenario más gris, hay un 12% de la población que ha tenido que vender algunas cosas para recaudar dinero y un 6% ha aumentado su jornada laboral u obtenido un trabajo adicional debido a que el dinero no les alcanza.
Pese a estos recortes, el informe indica que los españoles están posponiendo ajustes más fuertes en el presupuesto del hogar porque consideran que su situación financiera personal es buena. De hecho, aunque el 72% ve con malos ojos el futuro económico nacional, el 61% está cómodo con sus propias condiciones materiales. Según Kantar, lo más importante para los consumidores en este momento es el día a día, un ámbito en el que el balance es bueno pues tres de cada cuatro españoles se sienten positivos.
Ahora mismo las principales expectativas de los españoles, más allá de que concluya la guerra, están en disfrutar de la vida. Sus anhelos pasan por irse de vacaciones y volver a reunirse con sus familiares en todos aquellos eventos que se perdieron durante los momentos más duros de la pandemia. Martin Wohlfart, director del estudio en España, prevé que en los próximos meses la población gaste en estos ámbitos y que, a partir de septiembre, con la vuelta al colegio y el fin del verano, se reduzca el entusiasmo.
Se estima que los mayores recortes se realizarán en los artículos de lujo, pues el 61% de los españoles asegura que cortará el grifo. El 38% ahorrará en vacaciones, mejoras para el hogar y suscripciones a servicios de entretenimiento como Netflix o Spotify, y el 32% pretende disminuir su uso de la energía.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio, realizado en 18 países de todo el mundo que representan el 57% del PIB mundial. La encuesta se hizo entre el 9 y 10 de abril, que coincide con la séptima semana de la guerra de Ucrania y con un récord en los precios mundiales de los alimentos.
Preocupación por la guerra y el cambio climático
España es el segundo país, solo por detrás de Polonía, al que más le preocupa la invasión de Ucrania. El 87% de la población dijo estar inquieta por el conflicto, mientras que la media global es del 72%. Más allá de la guerra, el 49% de los españoles están intranquilos por la situación económica y la educación. Es una tasa más alta que la de la pandemia, que de momento solo preocupa al 38% de los españoles, lo que puede achacarse al alto nivel de vacunación.
El patrón cambia cuando se trata de cuestiones que requieren acción inmediata. Los problemas sociales se convierten en la principal preocupacion (30%), la economía la segunda (23%) y el clima y medioambiente la tercera (20%). Muchos de los consultados se han mostrado concienciados con este problema y están interesados en cambiar sus hábitos para mejorar la situación.