Los precios industriales mantienen las alertas ante una consolidación de las tensiones inflacionistas
El IPRI aumentó en abril el 45% interanual, dos puntos menos que en marzo por la ligera moderación del componente energético La preocupación reside en la tasa sin energía que por el contrario aumentó casi dos puntos hasta el 15,6%, la más alta desde abril de 1980
La evolución de los precios en la industria, siguen fielmente la tendencia de la inflación reflejada a través del IPC. El incremento de precios en el sector industrial es una consecuencia del traslado de los precios energéticos al componente industrial.
La ligera moderación del IPC general en abril se corresponde con una tendencia semejante en el IPRI conocido. Sin embargo, esta evolución no debe contentar a nadie, ya que precisamente estos niveles, históricamente elevados, son un riesgo en sí mismo de que las tensiones inflacionistas pueden persistir y consolidarse en el conjunto de la economía a lo largo de los próximos meses.
Buena parte de las tensiones futuras de los precios en el sector industrial van a depender de la estrategia que adopten un buen número de empresas industriales del país, a la hora de trasladar por completo o en parte a sus productos finales acabados, los costes más elevados de sus inputs. En otras palabras, si el sector industrial va a optar por un traslado en mayor o menor medida de sus costes a sus productos finales, conteniendo así parte de sus márgenes.
El dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al mes de abril muestra un incremento del 45% interanual, dos puntos menos que el dato de marzo del 47%, que fue la tasa más elevada de la serie histórica.
Como viene sucediendo en los meses previos el índice de precios industriales (IPRI) publicado este miércoles revela que el factor que más contribuyó a contener los precios en abril fue la energía, ya que a pesar de registrar un fuerte encarecimiento, del 119 %, este fue 17,5 puntos inferior al de marzo. Según el INE esta fue la consecuencia de una bajada de los precios de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica, que aumentaron en abril de 2021.
Una vez descontado el efecto del componente energético, los precios industriales subieron un 15,6% en abril, dos puntos más que en marzo y la tasa más alta de 1980. Un dato preocupante, que al igual que sucede con la tasa subyacente del IPC (en el 4,4%) anticipa la resistencia a que los precios se moderen a lo largo de los próximos meses.
En abril presionaron al alza los precios de los bienes intermedios que aumentaron un 25,6%, casi tres puntos más, por el encarecimiento de la fabricación de productos para la alimentación animal y productos de hierro. También contribuyeron a impulsar el IPRI los precios de los bienes de consumo no duradero, que subieron un 10,2%, más de un punto y medio por encima del dato de marzo, como consecuencia del encarecimiento del procesado y conservación de carne.
Los bienes de consumo duradero se encarecieron un 7,1%, y los de equipo, un 5,6%. Por ramas de actividad se elevaron especialmente los precios en suministro de energía eléctrica y gas (128,3%), coquería y refino de petróleo (101%), metalurgia (45,9%) e industria química (30,3%), como consecuencia de las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania.
Los mayores incrementos respecto a la tasa de marzo se produjeron en Cataluña, Cantabria y País Vasco, con subidas de 2,3; 2,2 y 2,1 puntos, respectivamente. Por su parte, los mayores descensos de la tasa interanual se registraron en Canarias, Baleares y Asturias, con retrocesos de 32,6; 29 y 28,6 puntos, respectivamente.
Al finalizar abril, todas las comunidades presentaban tasas positivas. Las tasas anuales más elevadas se dieron en Asturias (90,9%), Baleares (83,5%) y Canarias (80,3%), mientras que las más moderadas correspondieron a La Rioja (23%), Navarra (27,6%) y Cataluña (28,9%).