La transformación gemela: hagámoslo sostenible o no lo hagamos
Las oportunidades que surgen de la digitalización unida a la sostenibilidad deben hacernos entender que no puede haber un movimiento sin el otro
Se habla mucho, quizás demasiado, de la necesidad de innovación y transformación de las compañías hacia modelos más digitales que optimicen los recursos y permitan organizaciones más ligeras. La aparición de las nuevas tecnologías ha cambiado nuestra forma de trabajar, nuestra forma de comprar y hasta de relacionarnos y las empresas necesitan sumarse a este proceso para no quedar obsoletas. Bien utilizada, la tecnología ofrece un gran potencial para generar nuevas oportunidades de negocio y para abrirse a nuevos mercados.
Por otro lado, la sostenibilidad constituye cada vez una oportunidad, dado que cada vez hay más personas interesadas en los productos que compran, en su origen, los componentes, el proceso de fabricación y la eliminación del producto tras su uso. Con el compromiso con la sostenibilidad, las empresas están respondiendo a esas demandas y, por lo tanto, creando también oportunidades para su organización y para la sociedad en general.
Las oportunidades que surgen de esa transformación digital unida a la sostenibilidad deben hacernos entender que no puede haber un movimiento sin el otro. El efecto multiplicador de contar con ambas es lo que hoy está marcando la diferencia entre las compañías que se transforman como parte de su cultura de aquellas que lo hacen solo cuando la crisis les acecha.
Para aquellas organizaciones que ya han recorrido el camino de la transformación tecnológica, deben replantearse el papel de la innovación para alcanzar modelos sostenibles que les permitan sumar oportunidades en sus diferentes mercados. La buena noticia es que están aún a tiempo sabiendo, eso sí, que el reloj corre. Como alerta Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), “somos la primera generación que entiende el cambio climático, pero también somos la última que puede hacer algo al respecto”.
El caso europeo resulta especialmente propicio para que las compañías y sus dirigentes vean la sostenibilidad como un compromiso rentable, y no como un sacrificio. Según un reciente estudio elaborado por Accenture, las empresas que lideran tanto la adopción digital como las prácticas sostenibles tienen casi tres veces más probabilidades que otras empresas de conseguir salir reforzadas de la crisis. Pero tranquilos: no estamos solos en esta transformación sostenible en la que es necesario trabajar con otras organizaciones que apuntan a los mismos objetivos. El trabajo colaborativo es una garantía de conseguir un mayor impacto.
Es imprescindible que cualquier modelo de transformación conlleve aplicaciones sostenibles construyendo procesos continuos aplicados a la innovación en la producción, en la cadena de suministros y en la logística de distribución hacia el consumidor transmitiendo coherencia al mercado. Hagamos las cosas de manera sostenible o de lo contrario no lo hagamos.
Leonardo Herrán es CEO de Grupo Cofresco: Albal y Handy Bag