Las valoraciones de las ‘big tech’ están volviendo al mundo real
A medida que maduran, sus servicios dejan de ser nuevos y disruptivos, y su crecimiento se alinea con eso
Mirando más allá de la volatilidad de Wall Street, las valoraciones de las tecnológicas están volviendo a entrar en el mundo real. Los múltiplos precio-beneficio del sector están convergiendo con grupos industriales como Caterpillar y United Parcel Service. Tiene sentido: al margen de la euforia reciente, no son más que herramientas para el negocio de los demás.
Una cesta de nueve gigantes, entre ellos Amazon, Apple, Nvidia, Baidu y Meta, presenta una ratio precio-beneficio media de unas 27 veces. Sigue siendo notablemente superior a la media de nueve firmas industriales, entre ellas GE, Honeywell International y Siemens, de unas 17 veces. Pero hace cinco años, los ratios eran de 42 y 19 veces, respectivamente.
Las big tech transformaron muchas cosas, y fueron recompensadas por sus negocios de rápido crecimiento y escalabilidad. Pero el crecimiento por encima del mercado, impulsado por el Covid, no puede durar para siempre.
Netflix ha culpado a la competencia, en parte, de la ralentización del aumento de suscriptores. Amazon dice que el coste de enviar mercancías al extranjero se ha duplicado respecto a antes de la pandemia. Microsoft y Alphabet están contratando mucho en un entorno muy competitivo a favor de los empleados. Las tecnológicas del S&P 500 han registrado un crecimiento de los ingresos del 13% en el primer trimestre con respecto a 2021, mientras los de las industriales han subido un 40%.
Se parece mucho a los problemas que afectan a las firmas veteranas. Caterpillar dice que los márgenes están bajo presión por la inflación de costes. Los retos de la cadena de suministro son un lastre para 3M y Apple. UPS lidia con una subida de los costes laborales.
Las potencias tecnológicas pueden lograr un crecimiento más rápido que los grupos de la vieja escuela. Pero a medida que maduran, sus servicios dejan de ser nuevos y disruptivos. El objetivo final es que se conviertan en parte de la cartera de empresas que sustentan una economía, y el ritmo de su crecimiento se alinea con eso. Es más probable que los inversores lo vean en sus bolas de cristal cuando hayan bajado a la tierra.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías