Las primas de riesgo periféricas se disparan
La española alcanza los 110 puntos básicos y la italiana supera los 200
La subida de los tipos de interés de EE UU en 50 puntos básicos y la expectativa de que la Fed deberá poner en marcha medidas más agresivas para contener la inflación, pudiendo lastrar el avance de la economía, han provocado fuertes caídas en los precios de las deudas soberanas y disparado sus rentabilidades y las primas de riesgo. Una subida que está provocando ya un encarecimiento en los costes de financiación de Gobiernos y empresas tras años de tipos cero y de un mercado anestesiado por las masivas compras de deuda de los bancos centrales.
La rentabilidad del bono de Estados Unidos a una década se ha situado sobre el 3%, al igual que la referencia a cinco años, desatando las ventas en la renta variable. El aplanamiento de la curva de tipos en EE UU se hace cada vez más patente, con la rentabilidad del bono a 30 años en el 3,18%, mientras que el de dos años permanece en el 2,7%.
Esta escalada se ha trasladado a Europa, donde la rentabilidad del bono alemán a diez años ha pasado en poco más de cinco meses del terreno negativo a instalarse sobre el 1,1%.
Una situación que también se registra en los bonos de los países periféricos, con la deuda a diez años de Italia que ha pasado en una semana del 2,7% a superar el 3,1% mientras que la rentabilidad del bono portugués con vencimiento en 2032 sobrepasa el 2,2% por primera vez desde 2017.
En el caso de la deuda española, la rentabilidad del bono a una década ha escalado al 2,2%, un nivel no visto desde 2015. Una subida que también se refleja en las cotizaciones a plazos más cortos: el bono a cinco años está en máximos de 2014, y el de dos, en niveles similares, provocando que el Tesoro se viera obligado esta semana a pagar más por colocar bonos. Ha vuelto a pagar por colocar letras a 12 meses por primera vez en dos años.
La tensión en el mercado de deuda se deja sentir también en la evolución de las primas de riesgo periféricas, que retoman máximos registrados en lo peor de la pandemia. El riesgo país de España, la diferencia entre el rendimiento del bono nacional y del alemán, se ha disparado hasta los 110 puntos básicos. La prima italiana ha superado ya los 200 puntos básicos tras sumar esta semana casi 30 puntos básicos. La portuguesa roza ya los 113 puntos básicos.
Este rápido encarecimiento del coste de financiación está ya en el radar del BCE. La pasada semana el vicepresidente del banco central, Luis de Guindos, reconoció que la fragmentación financiera "es una preocupación" para el emisor de la eurozona "porque puede afectar a la transmisión de la política monetaria" de la institución.
La alarma entre los inversores de renta fija se deja sentir también en los credit default swaps (CDS), derivados de crédito para cubrir el riesgo de impago de la deuda. Los del bono italiano a diez años se disparan un 21% desde el inicio de la guerra en Ucrania. Los del español están en los 76 puntos básicos, lejos aún de los máximos registrados al inicio de la contienda.