El petróleo Brent baja un 5% por las prolongadas restricciones por el Covid en China
El barril cotiza en 100 dólares
Los precios del petróleo caen a mínimos de dos semanas, ampliando las pérdidas de la semana pasada, ante el temor a que los rebrotes de Covid-19 en China y las posibles subidas de tipos en EE UU perjudiquen el crecimiento económico mundial y la demanda de combustible.
El petróleo Brent para entrega en julio mantiene este lunes la tendencia a la baja y ya cotiza en los 100,8 dólares el barril, con un descenso de más del 5% respecto al cierre del viernes, debido en parte a las prolongadas restricciones impuestas en Shanghái por el virus. El petróleo del mar del Norte, de referencia en Europa, ya registró pérdidas la semana pasada terminando alrededor de los 105 dólares. Empezó la sesión de hoy en los 103 dólares y ya cae al borde los 100 dólares, mínimos desde el 11 de abril.
Por su parte, los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) también bajan más del 5%, hasta los 96,89 dólares el barril, situándose por debajo de la barrera de los 100 dólares.
El mercado se mantiene pendiente de la guerra en Ucrania, así como de la menor actividad en China como consecuencia de las restricciones impuestas por los nuevos rebrotes del coronavirus.
Las autoridades de Shanghái han impuesto unas medidas draconianas para combatir el rebrote del coronavirus, al mantener en sus casas a la población de la ciudad, lo que presiona a la baja los precios del crudo y también a las Bolsas de la región. Las principales plazas bursátiles de China han registrado caídas de entre el 4% y el 6%, ante la preocupación por el crecimiento económico, en un entorno de empeoramiento de la situación del coronavirus en China, lo que ha llevado a un endurecimiento de las medidas de prevención.
"Desde China llegan noticias sobre la intención de las autoridades de prolongar e, incluso, reforzar las medidas restrictivas que siguen aplicando para combatir la nueva ola de la pandemia que afecta a muchas regiones y a una parte importante de las grandes ciudades del país, incluida Shanghái. El Gobierno comunista de China sigue apostando por su estrategia de “Covid-cero” para intentar controlar la expansión de la variante Ómicron del Covid-19, estrategia que a todas luces no está funcionando y que, por el contrario, puede ocasionar un importante quebranto económico para el país", indican desde Link Securities.
El PIB de Shanghái creció en el primer trimestre muy por debajo del de China en su conjunto (3,1% frente al 4,8%), "lo que demuestra el impacto que en poco más de un mes desde que se iniciaron los confinamientos masivos han tenido estas medidas en el crecimiento económico de una de las ciudades más prósperas del país", añaden en la firma de análisis.
A esto se añade la posibilidad de un incremento de los tipos de interés en Estados Unidos, después de que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijera que el banco central baraja subirlos en medio punto en su reunión del 4 de mayo.
Mientras, en el Reino Unido, el Banco de Inglaterra también evalúa más incrementos del precio del dinero para intentar controlar la inflación, que en marzo llegó al 7%. Los expertos estiman que la inflación interanual británica puede continuar al alza, empujada por la subida de los precios de la electricidad, el gas y el carburante.
Además, el alza de los precios de hace unas semanas, debido a la escalada de la crisis en Ucrania, ha empezado a tener un efecto en la demanda de crudo, según los analistas.
"Las preocupaciones sobre la demanda vuelven a estar en el centro", comenta a Bloomberg a Vandana Hari de Vanda Insights. China, que es el principal importador de crudo del mundo, se dirige a la mayor caída de demanda desde los primeros días de la pandemia, en los primeros meses de 2020. "El riesgo está sesgado a la baja", señala la analista.
"Los mercados continúan condicionados por los mismos tres factores que las últimas semanas, la guerra, el precio de las materias primas y la inflación", destaca el analista de XTB, Joaquín Robles. "El crudo sigue expuesto a una fuerte volatilidad ante la guerra, la posibilidad de que EE UU y Reino Unido prohíban las importaciones rusas y la liberación de reservas estratégicas, que está provocando una fuerte caída de los inventarios", apunta.