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El auge del ‘payout’ de los bancos, frente al riesgo de morosidad

Grandes entidades europeas como Barclays y BNP Paribas pueden tener que centrarse en sus colchones de capital

Logo de BNP en una oficina de Nantes.
Logo de BNP en una oficina de Nantes.reuters

Los inversores de los bancos europeos empezaron el año 2022 con la expectativa de una nueva era de grandes beneficios. Sus esperanzas pueden verse frustradas, ya que la guerra de Ucrania ha aumentado las posibilidades de una recesión. Las grandes entidades, como Barclays y BNP Paribas, pueden tener que centrarse en reconstruir los colchones contra los impagos de préstamos, que son menores que antes de la pandemia, especialmente porque los Gobiernos tienen menos margen para apoyar la economía.

Es cierto que hay puntos positivos. Los precios del mercado monetario implican que el Banco Central Europeo subirá los tipos de interés por encima de cero este año, mientras que el Banco de Inglaterra ya los ha subido tres veces. Ello impulsa los ingresos de los bancos. El margen de interés neto medio de los 10 mayores bancos del Reino Unido y la zona euro aumentará al 1,56% este año y al 1,62% el próximo, frente al 1,52% de 2021, según las estimaciones de los analistas recogidas por Refinitiv.

Mientras, los efectos combinados de las restricciones del payout de la época de la pandemia y la rápida recuperación económica han dejado a los bancos con mucho capital de sobra. Han prometido devolver gran parte de él a los accionistas. Los analistas de Bank of America estimaron en febrero que las entidades europeas entregarían casi 90.000 millones de euros a los inversores a través de dividendos y recompras de acciones este año y otros 70.000 millones en 2023, frente a los aproximadamente 60.000 millones anteriores a la pandemia.

Esto puede ser ahora una exageración. El aumento de los precios de la energía y los continuos atascos de la cadena de suministro están frenando el crecimiento: el Fondo Monetario Internacional recortó el martes su previsión de crecimiento del PIB de la zona euro para 2022 al 2,8%, desde el 3,9% de enero. El aumento de la factura energética y de los tipos de interés dificulta el servicio de la deuda de los hogares y las pequeñas empresas. Y es probable que se produzca una recesión si el gas ruso deja de fluir hacia la región.

Los bancos cuentan con unas reservas de morosidad relativamente escasas para protegerse de esta situación. Las 10 mayores entidades europeas y británicas por activos tenían colectivamente 115.000 millones de euros de provisiones para pérdidas crediticias a finales de 2021, lo que equivale al 1,7% de sus préstamos combinados. Compárese con el 2% en 2020 y el 1,8% en 2019. Los bancos podrían tener que aumentar esos colchones de protección si la economía se hunde, lo que reduciría sus beneficios. Sobre todo porque los Gobiernos y los bancos centrales tienen menos margen para intervenir con estímulos fiscales o recortes de tipos, respectivamente. La deuda pública se ha disparado en los últimos dos años y la inflación está en su punto más alto en décadas en muchas de las principales economías desarrolladas.

No cabe duda de que los bancos están en mejor posición ahora que a principios de 2020. Pero las esperanzas de una bonanza de dividendos son cada vez más difíciles de cuadrar con una economía en deterioro.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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