Siemens Gamesa vende a SSE una cartera eólica en España, Francia, Italia y Grecia
La operación está valorada en 580 millones El grupo industrial pone en revisión sus guías financieras para 2022 debido a las incertidumbres del mercado
Siemens Gamesa (SG) ha cerrado un acuerdo de compraventa con la corporación escocesa SSE Renewables de un grupo de parques eólicos. La filial de Siemens Energy inició las conversaciones en base a un precio mínimo de 300 millones, que luego fue subiendo hasta cerrarse finalmente en 580 millones, segun un hecho relevante remitido por la sociedad a la CNMV.
El acuerdo comprende una amplia cartera de proyectos en desarrollo de energía eólica en España, Francia, Italia y Grecia. La cartera comprende 3,9 GW de capacidad eólica. Adicionalmente un equipo de unas 40 personas de Siemens Gamesa se integrarñan en SSE como parte del acuerdo.
Además, en el contexto de la operación, Siemens Gamesa y SSE han firmado un acuerdo de colaboración que lleva aparejados ciertos derechos para el suministro de aerogeneradores y de servicios de mantenimiento a largo plazo para una parte de los parques eólicos instalados y operados por SSE en los próximos años, procedentes de la cartera objeto de venta.
El cierre de la operación está condicionado a la autorización de inversiones extranjeras en España, Francia y Grecia y a finalizar el proceso habitual de segregación de los activos objeto de venta, que la compañía espera que se produzca durante este año.
Profit warning
En paralelo el grupo ha anunciado que pone en revisión las guías del mercado para el ejercicio 2022 y ello debido, según asegura en un segundo hecho relevante, a que "tras el cierre preliminar del primer semestre del ejercicio 2022, con el desempeño de la sociedad impactado severamente por cuestiones asociadas a producto y ejecución, relacionadas principalmente con el lanzamiento de la plataforma Siemens Gamesa 5.X, y por las cada vez más complicadas condiciones de mercado"
La empresa detalla que durante el segundo trimestre del ejercicio 2022, el lanzamiento de la plataforma Siemens Gamesa 5.X, "más complejo de lo que se entendía inicialmente, ha continuado impactando nuestro programa de producción y de ejecución de proyectos. Además, la producción y la rentabilidad se han seguido viendo afectadas por una mayor presión de los costes energéticos, de materias primas y logísticos, por la indisponibilidad de componentes clave de los aerogeneradores, por congestiones portuarias, y por retrasos en decisiones de inversión de nuestros clientes que están también afectando temporalmente a la actividad comercial en la unidad de negocio onshore, tal y como refleja el muy bajo nivel de pedidos del segundo trimestre"
Como consecuencia, explica la empresa, los resultados preliminares no auditados del segundo trimestre del ejercicio 2022 (los resultados trimestrales finales se publicarán el 5 de mayo de 2022) son los siguientes: Ventas de aproximadamente 2.200 millones de euros. EBIT pre PPA y antes de costes de I&R de aproximadamente -304 millones de euros. Y deuda financiera neta de aproximadamente -1.700 millones de euros.
Por todo ello, incertidumbres en el mercado y ventas de activos, la empresa ha decidido reevaluar las expectativas sobre el desempeño del grupo en el ejercicio 2022 y, por tanto, "las guías previas de mercado para el ejercicio dejan de ser válidas, y quedan sujetas a revisión".
La empresa ha comunicado al mercado que "el efecto de todos los factores mencionados no pueden evaluarse con el grado de detalle y certeza habitual, lo que hace que la reevaluación de las perspectivas para el ejercicio 2022 sea compleja". Sin embargo precisa que "seguiremos trabajando en alcanzar unas ventas dentro del rango de crecimiento de ventas de entre un -9% y un -2% comparado con el ejercicio 2021, y en conseguir un beneficio en la parte inferior del rango de las anteriores guías sobre margen EBIT de entre el -4% y +1%, incluyendo en ambos parámetros el impacto positivo de la venta de activos.
El consejero delegado de la empresa, Jochen Eickholt, al frente del grupo eólico desde el pasado 1 de marzo, inicia su mandato con esta desinversión como primera operación relevante de su etapa. El nuevo CEO tiene por delante la prioridad de que el fabricante de aerogeneradores vuelva a la rentabilidad, después de que en los últimos 27 meses haya acumulado unas pérdidas de casi 2.000 millones.
La venta de activos que no considera claves para el negocio, como el de la promoción de parques eólicos, es una de las vías para aliviar esos números rojos y volver a los beneficios. SSE es uno de los mayores promotores del mundo de complejos eólicos. Tiene una alianza con Acciona Energía para desarrollar parques de off shore en aguas de España y Portugal, además de en Polonia. SSE quiere diversificar sus operaciones de los corredores marítimos más “transitadas” en el ámbito de la eólica marina, como son el mar del Norte y el Báltico, además del mar de Irlanda.
Fuera de esas zonas, este negocio se está ampliando en aguas de Francia y de Estados Unidos, sin olvidar otros mercados como Japón o Taiwán en Asia.
Sin tener que preocuparse de la actividad promotora, Jochen Eickholt concentrará sus esfuerzos en la división de eólica terrestre, la más deficitaria. Por el contrario, el negocio de mantenimiento de parques es el que más margen deja. El consejero delegado de SG se ha comprometido a no realizar ni cierres de fábricas ni despidos, aunque sí “simplificará actividades” donde sea posible, según comentó en la pasada junta de accionistas del grupo renovable.
Otra de sus prioridades será la de sacar la máxima rentabilidad a una cartera de pedidos de 32.500 millones. Negociará con los clientes para trasladarles en los precios de las turbinas la inflación en los costes logísticos y energéticos. También se ha disparado la factura de compra de las materias primas. En el congreso internacional sobre eólica, Wind Europe, celebrado a principios de este mes, Eickholt pidió un cambio en el sistema de subastas de generación eólica, porque proponen “pequeños volúmenes” de explotación, lo que agudiza “la fuerte competencia” entre los operadores eléctricos que participan en los concursos, lo que deriva en “una oferta de precios muy bajos”.