ACS se alía con Brookfield y GIP para comprar el 50% de Abertis y demás autopistas de Atlantia
Florentino Pérez y su equipo trabajan con asesores externos en la operación
El grupo ACS tiene en análisis una oferta por el negocio de autopistas del grupo italiano de infraestructuras Atlantia, según ha reconocido ante la CNMV. Para ello ha formado una alianza con dos de los grandes fondos de inversión en infraestructuras: GIP y Brookfield. El presidente Florentino Pérez y su equipo más cercano trabajan ya con asesores externos en el diseño del plan por el que se harían con el control de Abertis y distintos activos en Latinoamérica.
Atlantia, controlada por la familia Benetton, tiene un valor de mercado de 15.690 millones de euros después de una subida del 2,45% en la jornada de hoy. Conocido el supuesto interés de ACS, se desató la euforia en Milán y el valor llegó a dispararse casi un 9%. ACS, por su parte, se deja este miércoles un 3,81%. Atlantia arrastra una deuda financiera neta de 30.000 millones tras hacerse con el 50% más una acción en el capital de la citada Abertis y es el negocio de autopistas, pese a la desinversión forzosa en la italiana Austostrade, la que soporta sus resultados.
La italiana tiene un valor de mercado de 15.690 millones y arrastra 30.000 millones de deuda neta
Cualquier tipo de acercamiento sería complicado sin el acuerdo de la familia Benetton, pero al no tratarse de activos en Italia es fácil que escape del análisis del Gobierno italiano. Los primeros accionistas cuentan con un 33% de Atlantia y consideran esa participación estable y a largo plazo.
Un gigante en autopistas y aeropuertos
Atlantia controla 48 concesiones de autopistas en 11 países, sumando 9.346 kilómetros bajo gestión. Su principal activo en ese negocio es Abertis, compartida ya con ACS. También opera cinco aeropuertos, los de Fiumicino y Ciampino, en Roma, y Niza, Cannes y Saint Tropez, en la Costa Azul francesa.
Los ingresos del grupo en 2021 alcanzaron los 6.400 millones de euros, para un ebitda de 4.000 millones. La empresa genera un flujo libre de caja de 2.900 millones anuales.
Además de ACS, Atlantia interesa a fondos de infraestructuras, con lo que la española ha podido crear un consorcio comprador con dos gigantes. Desde Madrid ya se mostró interés por la firma de autopistas Austostrade a la vista de que Atlantia fue obligada a vender tras el siniestro del viaducto de Morandi, que dejó 43 muertos en agosto de 2018 en Génova. La oferta no vincuante de ACS alcanzó los 10.000 millones, pero finalmente fue un consorcio liderado por la pública Cassa Depositi e Prestiti quien se hizo con la mayor operadora de autopistas del país transalpino.
Contactos desde el pasado verano
Con abundante liquidez y experiencia como socias tanto en Abertis como en Hochtief. ACS y Atlantia comenaron a analizar oportunidades conjuntas el pasado verano, tal y como avanzó Cinco Días. La firma de Florentino Pérez cuenta con 5.000 millones recién ingresados por la venta de servicios industriales a Vinci, y la italiana protagonizó una desinversión forzosa en Autostrade valorada en 9.100 millones. La primera intención de ambas era potenciar la concesionaria catalana.
ACS viene advirtiendo al mercado de su intención de reinvertir con agilidad la caja entrante a finales de 2021. En el mercado se prima la certeza sobre los próximos pasos del grupo de infraestructuras, ante lo que Florentino Pérez ha señalado en distintas ocasiones que el foco está en la gestión de autopistas.
El papel que pueda jugar el Gobierno italiano no sería menor, ante el historial de barreras levantadas contra operaciones corporativas españolas, si la oferta fuera por el grupo cotizado. La reaccion inmediata al apetito de ACS por Austostrade fue la invocación de la acción de oro en una empresa con activos estratégicos, como era esa concesionaria. Poco importó que la CE rechace el uso de la acción de oro por ir contra los principios del mercado único y la libre circulación de capitales. La amenaza partió de un ministro.
En España, Atlantia sí se hizo con el control de la española Abertis a finales de 2018 con el visto bueno del Gobierno de Mariano Rajoy. La comprada operaba concesiones del Estado y tenía el control de la empresa de satélites y comunicaciones Hispasat. Finalmente acordó una opa compartida con ACS.
La propia Abertis vio frenado en Italia un acuerdo de absorción de Autostrade en 2006. Telefónica se topó con frontal oposición a cualquier proyecto en Telecom Italia, en la que llegó a tener el 22%, y tampoco fue posible la integración de BNL en BBVA. Por contra, Ebro y Ferrovial pudieron hacerse años atrás con Garofalo y el aeropuerto de Nápoles, y la misma Abertis adquirió la operadora de autopistas A4 Holding.