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Banca

Santander y Blackstone refinancian los 6.000 millones de deuda de la inmobiliaria Quasar

La firma, que ostenta el ladrillo del Popular, consigue prolongar el vencimiento hasta 2026

Blackstone y Santander han obtenido un balón de oxígeno de la banca para la inmobiliaria que gestiona el ladrillo del Popular. Proyecto Quasar –la sociedad que agrupa esos activos procedentes de Banco Popular y que supone la mayor parte de la gestión del servicer Aliseda– ha acordado con sus entidades financieras postergar los vencimientos de los préstamos por algo menos de 6.000 millones de euros, según indican fuentes financieras.

Poco tiempo después de hacerse con Popular, Santander acordó la venta del principal lastre que heredó del banco español, su exposición al ladrillo, valorado en libros en unos 30.000 millones. El banco transfirió el 51% de estos activos a Blackstone y tasó la sociedad en 10.300 millones de euros. Para financiar la operación rubricaron un préstamo de 7.332 millones de euros.

Si bien una pequeña parte del crédito ya ha sido pagado por la compañía, la mayor parte de esta deuda, concretamente 4.500 millones, expiraba el año que viene. La compañía ha rubricado ahora este nuevo acuerdo con la banca para extender el vencimiento del crédito, que actualmente suma cerca de los 6.000 millones. La compañía obtiene tres años más de margen y la deuda expirará en 2026. Morgan Stanley y Deutsche Bank son las entidades que coordinan el préstamo, donde también participan JP morgan y Bank of America.

Según las últimas cuentas anuales de Quasar, las de 2020, el tipo interés de esta deuda está en el euríbor a un año (el -0,335% de media durante el mes de febrero) más un diferencial del 3,15%, ampliable al 3,25% a partir de 2021. En 2020 la compañía pagó 202 millones de euros por los intereses de este préstamo.

Además, Santander y Blackstone están obligados a dedicar todo el excedente de los flujos de caja generados en cada ejercicio a amortizar deuda, por incumplir Quasar dos de los covenants que los accionistas y la banca pactaron en su momento. Esto impide repartir dividendos y provocó que en 2020 amortizase 51,3 millones de manera anticipada.

La operación pactada entre Blackstone y Santander y la banca pone negro sobre blanco que los resultados de su aventura inmobiliaria no han sido tan brillantes como esperaban. En 2020, Proyecto Quasar perdió 1.850 millones de euros, con unos ingresos, afectados por la pandemia, de 850 millones. De hecho, desde que fundaron esta sociedad en 2018 solo en un ejercicio, el primero, Quasar ha conseguido escapar de los números rojos. Ganó entonces unos 620 millones por las pérdidas de 1,22 millones en 2019.

“El resultado viene derivado de unos márgenes de negocio insuficientes para sostener una estructura de costes compuesta por unos gastos de la cartera de activos inmobiliarios y préstamos y el servicer, así como de una financiación de terceros. Adicionalmente, el grupo ha decidido ajustar los valores de algunos inmuebles como parte del ejercicio de valoración anual de la cartera realizado por un experto independiente”, justifican los números rojos las últimas cuentas anuales.

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